viernes, 2 de septiembre de 2011

Por el despojo de nuestros deseos obtenemos revelación


EL RHEMA DEL DÍA 02 de septiembre de 2011:

(RV 1969)
(Éxodo 34:28) - "Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches, no comió pan, ni bebió agua; escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos".
En nuestro cuerpo hay órganos especializados que nos permiten percibir los estímulos de los objetos exteriores, a través de los cinco sentidos. La vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, en general, otorgan placer a nuestro cuerpo. Porque el hombre carnal da prioridad a la satisfacción de sus necesidades físicas. Necesidades egoístas que van más allá de lo necesario.
En cierta manera, al ayunar, nos despojamos del uso habitual de nuestros sentidos. Nos deshacemos voluntariamente de los alimentos. Así, el comer, que nutre con todo lo necesario al cuerpo, y que también resulta un placer; es dejado en segundo plano con el objetivo de estar con Dios. El ayuno nos enfoca en la meta espiritual más urgente y necesaria. Ayunamos para recibir sus divinos designios, es decir lo que Él nos quiere revelar conforme a su voluntad y a sus planes.
El relato bíblico puntualiza que muchos hombres, elegidos por Dios, ayunaron para recibir notable revelación celestial. Revelación que resultó de bendición personal y nacional.
Veamos algunos ejemplos: El patriarca Moisés fue uno de ellos. Ayunó mientras recibió los preceptos del pacto mosaico, conocidos como los diez mandamientos, como la ley que constituye la instrucción básica para el pueblo de Dios.

El mismo versículo en otras versiones de la Biblia:

(Jer 2001*)  Moisés estuvo allí con Yahvé cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. Y escribió en las tablas las palabras de la alianza, las diez palabras.

(Jünemann*)  Y estuvo allí Moisés delante de Señor cuarenta días y cuarenta noches; y pan no comió y agua no bebió; y escribió estas palabras en las tablas de la alianza; las diez palabras.

(LBLA)  Y Moisés estuvo allí con el SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan ni bebió agua. Y escribió en las tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.

(NBLH)  Y Moisés estuvo allí con el SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches. No comió pan ni bebió agua. Y escribió en las tablas las palabras del pacto, los Diez Mandamientos.

(OSO)  Y él estuvo allí con el SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.

(DHH C 2002*)  Moisés se quedó allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Y escribió[s] sobre las tablas las palabras del pacto, es decir, los diez mandamientos.


DICCICONARIO STRONG:
Ayuno: H398. En el original, se escribe אָכַל: akál: raíz primaria; comer (literalmente o figurativamente):- abrasador, alimentar, banquetear, carcoma, comedor, hacer comer, dar comida, consumidor, consumir, destruir, devorador, devorar, disfrutar, mantener, roer, sustentar.


Pastor Mario Néstor Fleita


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