sábado, 29 de septiembre de 2012

Lo que el Padre no te ofrece

1 Juan 2.16 

16 porque nada de lo que el mundo ofrece viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas.


Las cosas que ofrece la gente del mundo no vienen de Dios, sino de los pecadores de este mundo. 

El mundo nos ofrece: 

- los malos deseos, 

- la ambición de tener todo lo que vemos,

- y el orgullo de poseer muchas riquezas.

Y esas cosas, nada tienen que ver con el Padre.





viernes, 28 de septiembre de 2012

Para eso vino


Juan 3:19

Y así es como Dios juzga:
yo he venido al mundo,
y soy la luz que brilla en la oscuridad,
pero como la gente hacía lo malo prefirió más la oscuridad que la luz.

La gente prefiere hacer lo malo antes que lo bueno.

¿Por qué?

¿Por qué no quieren venir a Dios?

Porque sus obras son malvadas.

Muchos se sienten sucios y pecadores y por eso no consienten en buscar la verdad.

Pero, justamente para eso vino Jesús para sanar a los enfermos.


jueves, 27 de septiembre de 2012

Él te escucha

1 Juan 3.
21 Amados míos, si estamos bien con Dios, podemos presentarnos ante él con toda confianza. 
22 Y nos dará lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que a él le agrada.

Si andas en el camino de la Palabra de Dios, le obedeces.

Si le obedeces, le agradas.

Si le agradas, le puedes pedir lo que quieras.

Porque si le agradas no pedirás algo fuera de su voluntad.

Vete a orar, Él te escucha.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Dios manda lluvia

Salmo 65. 9-10

Tú tienes cuidado de la tierra:
la empapas con abundante lluvia
y riegas los sembrados
para que den muchos frutos.
Con la lluvia aflojas la tierra
y la preparas para la siembra.
Llenas de agua los grandes arroyos,
y haces brotar nuevas ramas.
Así dejas listo el campo
para que todos tengamos trigo.

Dios te visita (pacád) para traer un riego (shacác) que te enriquecerá y hará prosperar tu corazón hambriento.

Pero, no sólo eso.

Quiere empaparte (ravá) para satisfacer y saciar tu vacío espiritual y todos tus apetitos.

Pero antes, quiere hacer descender (nakját) tu ego, quiere ablandarte (mebashshelá) con el fuego de la prueba.

Dios manda lluvia



 Salmo 65. 9-10

Tú tienes cuidado de la tierra:
la empapas con abundante lluvia
y riegas los sembrados
para que den muchos frutos.
Con la lluvia aflojas la tierra
y la preparas para la siembra.
Llenas de agua los grandes arroyos,
y haces brotar nuevas ramas.
Así dejas listo el campo
para que todos tengamos trigo.

Dios te visita (pacád) para traer un riego (shacác) que te enriquecerá y hará prosperar tu corazón hambriento.

Pero, no sólo eso.

Quiere empaparte (ravá) para satisfacer y saciar tu vacío espiritual y todos tus apetitos.

Pero antes, quiere hacer descender (nakját) tu ego, quiere ablandarte (mebashshelá) con el fuego de la prueba.

Dios manda lluvia



 Salmo 65. 9-10

Tú tienes cuidado de la tierra:
la empapas con abundante lluvia
y riegas los sembrados
para que den muchos frutos.
Con la lluvia aflojas la tierra
y la preparas para la siembra.
Llenas de agua los grandes arroyos,
y haces brotar nuevas ramas.
Así dejas listo el campo
para que todos tengamos trigo.

Dios te visita (pacád) para traer un riego (shacác) que te enriquecerá y hará prosperar tu corazón hambriento.

Pero, no sólo eso.

Quiere empaparte (ravá) para satisfacer y saciar tu vacío espiritual y todos tus apetitos.

Pero antes, quiere hacer descender (nakját) tu ego, quiere ablandarte (mebashshelá) con el fuego de la prueba.

Dios manda lluvia



 Salmo 65. 9-10

Tú tienes cuidado de la tierra:
la empapas con abundante lluvia
y riegas los sembrados
para que den muchos frutos.
Con la lluvia aflojas la tierra
y la preparas para la siembra.
Llenas de agua los grandes arroyos,
y haces brotar nuevas ramas.
Así dejas listo el campo
para que todos tengamos trigo.

Dios te visita (pacád) para traer un riego (shacác) que te enriquecerá y hará prosperar tu corazón hambriento.

Pero, no sólo eso.

Quiere empaparte (ravá) para satisfacer y saciar tu vacío espiritual y todos tus apetitos.

Pero antes, quiere hacer descender (nakját) tu ego, quiere ablandarte (mebashshelá) con el fuego de la prueba.

Dios manda lluvia



 Salmo 65. 9-10

Tú tienes cuidado de la tierra:
la empapas con abundante lluvia
y riegas los sembrados
para que den muchos frutos.
Con la lluvia aflojas la tierra
y la preparas para la siembra.
Llenas de agua los grandes arroyos,
y haces brotar nuevas ramas.
Así dejas listo el campo
para que todos tengamos trigo.

Dios te visita (pacád) para traer un riego (shacác) que te enriquecerá y hará prosperar tu corazón hambriento.

Pero, no sólo eso.

Quiere empaparte (ravá) para satisfacer y saciar tu vacío espiritual y todos tus apetitos.

Pero antes, quiere hacer descender (nakját) tu ego, quiere ablandarte (mebashshelá) con el fuego de la prueba.

Dios manda lluvia



 Salmo 65. 9-10

Tú tienes cuidado de la tierra:
la empapas con abundante lluvia
y riegas los sembrados
para que den muchos frutos.
Con la lluvia aflojas la tierra
y la preparas para la siembra.
Llenas de agua los grandes arroyos,
y haces brotar nuevas ramas.
Así dejas listo el campo
para que todos tengamos trigo.

Dios te visita (pacád) para traer un riego (shacác) que te enriquecerá y hará prosperar tu corazón hambriento.

Pero, no sólo eso.

Quiere empaparte (ravá) para satisfacer y saciar tu vacío espiritual y todos tus apetitos.

Pero antes, quiere hacer descender (nakját) tu ego, quiere ablandarte (mebashshelá) con el fuego de la prueba.

Dios manda lluvia



 Salmo 65. 9-10

Tú tienes cuidado de la tierra:
la empapas con abundante lluvia
y riegas los sembrados
para que den muchos frutos.
Con la lluvia aflojas la tierra
y la preparas para la siembra.
Llenas de agua los grandes arroyos,
y haces brotar nuevas ramas.
Así dejas listo el campo
para que todos tengamos trigo.

Dios te visita (pacád) para traer un riego (shacác) que te enriquecerá y hará prosperar tu corazón hambriento.

Pero, no sólo eso.

Quiere empaparte (ravá) para satisfacer y saciar tu vacío espiritual y todos tus apetitos.

Pero antes, quiere hacer descender (nakját) tu ego, quiere ablandarte (mebashshelá) con el fuego de la prueba.

martes, 18 de septiembre de 2012

Librado de las persecuciones


2Ti 3:11  

"persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor.

La palabra "Librado" (natsál); 
quiere decir que dios va a venir a arrebatar lo que sea malo para tu vida, 
va a defenderte, 
te va libertar del opresor, 
te va a ayudar a recobrar lo que perdiste, 
va a redimirte, a salvarte y te va a separar.

En Listra, la ciudad de Timoteo, Pablo fue apedreado y dejado por muerto (Hechos14:19), y este fue sólo un incidente de varios. 

Pero nada lo detuvo, Dios siempre lo libró.

lunes, 17 de septiembre de 2012

De todas nos librará



Sal 34:19  
Muchos son los males del justo; mas de todos ellos lo librará el SEÑOR

No son pocos, muchos son los males del justo (v. 19). 

QUEREMOS poder escapar de los problemas: el dolor de la angustia, pérdida, tristeza y fracaso, e incluso las pequeñas frustraciones diarias que constantemente nos abaten. 

El salmista es realista. 

Dios promete librarnos de las crisis pero no promete que no habrá crisis.

La palabra “crisis” se compone de una señal que significa “peligro” y otra que significa “oportunidad”. Sin peligro no hay oportunidad.

El salmista no promete una vida sin dificultades; el mismo Salmo surgió de una dificultad. Pero las dificultades y las crisis también son oportunidades. 

Los problemas son para manifestar la fidelidad y el poder de Dios.

Andar bien con Dios y comprometidos con una vida recta entonces no garantiza una vida libre de dificultades. Vendrán muchos… males

Pero, hay una diferencia, estando cerca de nosotros, el Señor nos librará, nos guardará.

En este mismo momento, se pone de nuestro lado en contra de nuestros adversarios, paga el precio que sea para suplir nuestras necesidades y se ofrece como un refugio con el cual podemos contar.