martes, 26 de noviembre de 2013

Lo que el Espíritu Santo enseña


1 Corintios 2:9-13
Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre,  Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 
Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 
nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 
Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

Dios tiene cosas que ojo no vio ni oído oyó; es decir, que ni el ojo ni el oído reconocen, y no se pueden aprender, sino son reveladas por el Espíritu.

Aprender de Él no lo haces leyendo sino pasando tiempo con Él.

El Espíritu Santo te enseña lo siguiente:
1.- Las cosas que te han sido concedidas.
2.-  Las cosas de Dios.
3.- Lo profundo de Dios.

A falta de comunión con el Espíritu, tenemos muchas bendiciones por perder, pues El nos revela lo que ya nos fue concedido por el Padre.

Además, no se pueden conocer las profundidades de Dios sin tener comunión con el Espíritu, pues sólo El conoce lo profundo del corazón de Dios.

El te dice qué pedir y cuándo pedirlo, pues sabe qué te toca en qué momento.

Las cosas de Dios son sus características, como proveedor, salvador o sanador.

Pero lo profundo de Dios es lo que está en su corazón: como El piensa, qué le agrada, qué le desagrada, etc. esas son las profundidades de Dios.

Algunas de las profundidades que están escritas son:
1.- Sin fe es imposible agradarlo
2.- La comunión íntima con Dios es con los que le temen
3.- El busca adoradores
4.- Dios conoce a los que son suyos
5.- El no quiere sacrificios sino obediencia

De la misma manera ninguno puede amar la obra y recoger la cosecha sin amar estar en su presencia.
Porque para conocer a Dios, es necesario tener comunión con el Espíritu Santo.

El escudriñar tanto el corazón  de Dios como el nuestro, y es El quien nos hace uno con el Señor.

Y, para conocer a su Santo Espíritu, es necesario tener comunión e intimidad con El.

FOTOS DEL DOMINGO 24/11/2013


Ary y Maty!

Adorando.












lunes, 25 de noviembre de 2013

Dios no quiere que te pierdas

La fe es para preservarnos


Hebreos 10:38 
Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma.

La voluntad de Dios no es que te pierdas.

Muchos han sido tocados por Dios, lloraron, se quebrantaron, se liberaron.

Pero, ¿Dónde están hoy? Muchos se apartaron. Es un mal de las personas. Una inconstancia. Inconsistencia; frágil; maleable;
que no resiste sin romperse o que se deforma fácilmente.
Muchos faltan, van para atrás.

A Dios no le gusta perder. Dios no sabe lo que es perder
Hebreos 10.38: “no agradará a mi alma”
Jesús, dijo en Juan 6:39: “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada...”

¿Qué más habló Jesús?
El hijo pródigo en Lucas 15:23: “Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse”.

Las cien ovejas:
Lucas 15:4  ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?

La moneda perdida…
Lucas 15:8  ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?

Queremos ganar, ganar, ganar.
Pero a veces es para perder, perder, perder.
Queremos ganar, ganar, ganar.
Pero a veces es para gastar, gastar, gastar.

Ganar no es conservar.
“Que ni uno solo se pierda”. Esa es la voluntad de Dios.
Haz un Pacto de nunca dejar.

Hebreos 10:39  Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

Una más, en Lucas 9:56: porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas.

Hay métodos humanos para conservar, como congelar, calentar, pasteurizar que es someter un alimento, generalmente líquido, a una temperatura aproximada de 80 grados durante unos segundos y después enfriarla rápidamente, con el fin de destruir los gérmenes y prolongar su conservación. Ejemplo: una lata de durazno, que se conserva por muchos años.

Así también hay métodos divinos. Dios nos dejó la fe para preservarnos.

Dios le quiere poner fe a tu "lata", para que no te pierdas.

Nosotros somos de los que tienen fe para preservación del alma.


Amén.

FOTOS DEL DOMINGO 17/11/2013











Dios no quiere que te pierdas

La fe es para preservarnos


Hebreos 10:38 
Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma.

La voluntad de Dios no es que te pierdas.

Muchos han sido tocados por Dios, lloraron, se quebrantaron, se liberaron.

Pero, ¿Dónde están hoy? Muchos se apartaron. Es un mal de las personas. Una inconstancia. Inconsistencia; frágil; maleable;
que no resiste sin romperse o que se deforma fácilmente.
Muchos faltan, van para atrás.

A Dios no le gusta perder. Dios no sabe lo que es perder
Hebreos 10.38: “no agradará a mi alma”
Jesús, dijo en Juan 6:39: “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada...”

¿Qué más habló Jesús?
El hijo pródigo en Lucas 15:23: “Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse”.

Las cien ovejas:
Lucas 15:4  ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?

La moneda perdida…
Lucas 15:8  ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?

Queremos ganar, ganar, ganar.
Pero a veces es para perder, perder, perder.
Queremos ganar, ganar, ganar.
Pero a veces es para gastar, gastar, gastar.

Ganar no es conservar.
“Que ni uno solo se pierda”. Esa es la voluntad de Dios.
Haz un Pacto de nunca dejar.

Hebreos 10:39  Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

Una más, en Lucas 9:56: porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas.

Hay métodos humanos para conservar, como congelar, calentar, pasteurizar que es someter un alimento, generalmente líquido, a una temperatura aproximada de 80 grados durante unos segundos y después enfriarla rápidamente, con el fin de destruir los gérmenes y prolongar su conservación. Ejemplo: una lata de durazno, que se conserva por muchos años.

Así también hay métodos divinos. Dios nos dejó la fe para preservarnos.

Dios le quiere poner fe a tu "lata", para que no te pierdas.

Nosotros somos de los que tienen fe para preservación del alma.


Amén.

Fotos del 23/11/2013










Dios no quiere que te pierdas

La fe es para preservarnos

Hebreos 10:38 
Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma.

La voluntad de Dios no es que te pierdas.

Muchos han sido tocados por Dios, lloraron, se quebrantaron, se liberaron.

Pero, ¿Dónde están hoy? Muchos se apartaron. Es un mal de las personas. Una inconstancia. Inconsistencia; frágil; maleable;
que no resiste sin romperse o que se deforma fácilmente.
Muchos faltan, van para atrás.

A Dios no le gusta perder. Dios no sabe lo que es perder
Hebreos 10.38: “no agradará a mi alma”
Jesús, dijo en Juan 6:39: “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada...”

¿Qué más habló Jesús?
El hijo pródigo en Lucas 15:23: “Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse”.

Las cien ovejas:
Lucas 15:4  ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?

La moneda perdida…
Lucas 15:8  ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?

Queremos ganar, ganar, ganar.
Pero a veces es para perder, perder, perder.
Queremos ganar, ganar, ganar.
Pero a veces es para gastar, gastar, gastar.

Ganar no es conservar.
“Que ni uno solo se pierda”. Esa es la voluntad de Dios.
Haz un Pacto de nunca dejar.

Hebreos 10:39  Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

Una más, en Lucas 9:56: porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas.

Hay métodos humanos para conservar, como congelar, calentar, pasteurizar que es someter un alimento, generalmente líquido, a una temperatura aproximada de 80 grados durante unos segundos y después enfriarla rápidamente, con el fin de destruir los gérmenes y prolongar su conservación. Ejemplo: una lata de durazno, que se conserva por muchos años.

Así también hay métodos divinos. Dios nos dejó la fe para preservarnos.

Dios le quiere poner fe a tu "lata", para que no te pierdas.

Nosotros somos de los que tienen fe para preservación del alma.


Amén.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Que no te roben la Palabra

Mar 4:15  Los de junto al camino son aquellos en quienes se siembra la palabra,  pero después que la oyen viene Satanás y quita la palabra que se sembró en sus corazones.

Mar 4:17  pero no tienen raíz en sí y no se mantienen firmes;  por eso,  cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra,  tropiezan.

Mar 4:18  Los que fueron sembrados entre espinos son los que oyen la palabra, 
Mar 4:19  pero los afanes de este siglo,  el engaño de las riquezas y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra,  y la hacen infructuosa.

Me di cuenta que mi principal lucha no es contra la enfermedad, ni siquiera contra el pecado.

Mi lucha y tu lucha es por la Palabra.

Satanás tratará de robarte la Palabra. Todo el tiempo vendrá con voces, propuestas. Hay mismo lo hará. 

Aún los negocios entrarán para tratar de ahogarla. La economía, la inflación, intentarán quitarte la Palabra.

También, la persecución se desata por causa de la Palabra.

Sí, definitivamente la lucha es por la Palabra.

¿Por qué será? 

Porque en la Palabra está la bendición. 

La Palabra bendice, la Palabra prospera, da felicidad a tu presente, a tu futuro, a tu familia, te va a hacer funcionar bien. 

La Palabra trae éxito a tus negocios, a tus estudios.

Pero, no sólo hay que escucharla sino mantenerla.

Debes luchar contra el diablo por la Palabra. Hoy mismo vendrá para robártela. 

Lucha. Resiste firme en la fe.

Oye la Palabra, recibela, retenla y ella dará los resultados. ¡Tu bendición!

Mar 4:20  Y los que fueron sembrados en buena tierra son los que oyen la palabra,  la reciben y dan fruto a treinta,  a sesenta y a ciento por uno.




domingo, 17 de noviembre de 2013

Comunión e intimidad

2 Corintios 13:14
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.


¿Podemos estudiar al Espíritu Santo?
El Espíritu Santo es una persona divina, no natural. Por esta razón no podemos estudiarlo sistemáticamente, porque no podemos encerrar dentro de un concepto a una persona y menos en un laboratorio, sobre todo si esta persona es sobrenatural.

El Espíritu Santo es la persona divina que está ahora con nosotros, con la cual podemos comunicarnos, tener comunión e identidad.

Una cosa es tener comunión con el Espíritu y otra es tener intimidad.

Tener comunión con alguien es compartir tiempo con esa persona, donde ella y tú hablan y se escuchan mutuamente.

Tú puedes tener comunión con Él mientras vas caminando, en tu auto, en bicicleta, en tu trabajo, en la cola del banco, etc.

Tú puedes estar hablando constantemente con Él durante todo el día.

Sin embargo, tener intimidad es estar a solas con Él, en un lugar donde nada ni nadie te interrumpa.

Allí es donde Él se manifiesta y te muestra qué tiene Dios para ti; es de la mayoría de los planes de Dios se revelan a tu vida, y dónde eres transformado por Él.

viernes, 15 de noviembre de 2013

La unción de mil para expulsar demonios

Marcos 5:9 al 12 (versión B.L.S.)

Jesús le preguntó:
—¿Cómo te llamas? 
Él respondió: 
—Me llamo Ejército, porque somos muchos los malos espíritus que estamos dentro de este hombre. 
Por favor, te ruego que no nos mandes a otra parte. 
En una colina, cerca de donde estaban, había unos dos mil cerdos comiendo. 
Entonces los malos espíritus le rogaron a Jesús:
—¡Déjanos entrar en esos cerdos! 

Este pasaje nos detalla una fulminante y explosiva expulsión de demonios que saliendo del gadareno terminó despeñando a dos mil cerdos.

Este pasaje de la Biblia es real y nos habla de cosas reales.

La región de Gadara, era real, cerca del pueblo de Gerasa. 
Los cerdos eran reales, se ahogaron en el mar.

Los cuidadores que estaban cumpliendo sus tareas y que huyeron corriendo hacia el pueblo para contar lo que habían visto, eran reales.

El endemoniado, era real, todos lo conocían, nadie lo podía sujetar, luego quedó sano y en su juicio cabal, todos lo vieron.

Los demonios eran reales, hablaron con Jesús y se sometieron a Él, salieron del gadareno y entraron en los cerdos.

Jesús es real y nos ha dado autoridad sobre todo poder del enemigo.

Busca la unción que estaba en Jesús y que se manifiestó en la región de los gadarenos liberando a un hombre endemoniado, de una manera espectacular.

Él puede hacerlo otra vez.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

En un desierto de odio, hay un oasis de amor


Mateo 26:36 al 46

Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.
Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.
Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.
Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.
Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.

La oración, primero, te lleva a la victoria interna:

Qué dolor y tristeza, sintió Jesús hasta que empieza a hablar con Dios y a orar; entonces todo vuelve a estar bien.

 Fue a Getsemaní a oscuras, y salió con luz, porque había hablado con Dios.

Fue a Getsemaní en agonía, y salió de allí en victoria y con paz en el alma, porque había hablado con Dios.

Hágase tu voluntad puede ser resignación impotente, como el que se sabe en las garras de un poder contra el que no puede luchar. Esas palabras pueden indicar la muerte de la esperanza.

Hágase tu voluntad puede ser una rendición total, en reconocimiento de una derrota completa.

Hágase tu voluntad puede ser un tono de frustración porque el sueño que se esperaba no se va a realizar. Estas palabras pueden ir cargadas de desilusión y hasta rabia, porque no hay nada que se pueda hacer.

Hágase tu voluntad puede ser acento de una confianza perfecta. Así es como lo dijo Jesús. Estaba hablando con Uno que es un Padre, con un Dios cuyos brazos eternos le sostenían y rodeaban aun en la cruz. Se sometía, pero a un amor que no le dejaría.

En segundo lugar, la oración, te lleva a la acción:

«Levantémonos -dijo-, la hora de la oración y la hora del huerto ha pasado. Ahora es la hora de la acción.

Enfrentémonos con la vida y con los hombres en su aspecto más terrible.»

Jesús Se levantó de la posición arrodillada para emprender la batalla de la vida.

Para eso está la oración.

En la oración, una persona se arrodilla delante de Dios para poder estar erguido ante los hombres y las circunstancias de la vida:

En la oración una persona entra en el Cielo para poder aguantar las batallas de la Tierra.

Hebreos 5: 7 al 10

Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte,(E) fue oído a causa de su temor reverente.
Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec


lunes, 11 de noviembre de 2013

El sentido de lo imposible


Hebreos 11.11
Por la fe también la misma Sara, siendo estéril,
recibió fuerza para concebir;
y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad,
porque creyó que era fiel quien lo había prometido

Sara frente a la promesa de Dios empezó por la más completa incredulidad.

Génesis 17.17
Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rio, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?
Génesis 18.13
Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
Génesis 18.14
¿Hay para Dios alguna cosa difícil?
 Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.

Cuando el texto señala que «También, la misma Sara» da énfasis que también tú puedes.

Si Sara siendo estéril pudo alcanzarlo tú también puedes.

Sara tenía el principal obstáculo, no sólo la vejez sino también, la esterilidad.

Los obstáculos ponen trabas al poder de Dios.

Pero, ella cae en la cuenta que era DIOS quien le había prometido.

Sólo así pasa a creer lo imposible.

Y, sucede, lo que era humanamente imposible se vuelve divinamente posible.


La fe nos da el sentido de lo imposible.




sábado, 9 de noviembre de 2013

La oración poderosa

 Mat 7:7 
Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo, y él los atenderá.

Hay un progreso en la oración, cada vez mayor.

Pedimos lo que deseamos; buscamos lo que echamos de menos; llamamos para entrar a aquel lugar del cual nos sentimos afuera.

Correspondiendo a esta representación en tres aspectos, el Señor promete una triple seguridad de éxito a nuestros esfuerzos de fe.

Cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá,

Es decir al que pide correctamente con fe y de acuerdo con la voluntad de Dios.


Pero pida en fe, porque el que duda, es semejante a la onda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte a otra.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Efectividad en la guerra espiritual

Efectividad en la guerra espiritual


Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.


Existe un nivel de oración el cual está más allá de la capacidad normal de cualquier creyente porque la oración se fortalece con la participación directa del Espíritu Santo. 

La palabra griega para «eficaz», es energeo que significa «eficiente, o lo que es eficaz». 

Pablo la empleó para describir el poder de la palabra de Dios, al obrar ésta de una manera especial en aquellos que creen. 

La premisa fundamental de la palabra griega energeo es que alguna cosa «obra eficazmente». 

Nuestro orar, cuando se llena del poder del Espíritu Santo, hace que sucedan cosas. 

¡Nuestras oraciones sí son efectivas! 


Úsala.


miércoles, 6 de noviembre de 2013

Una Nación gobernada por palabras de la FE


1Re 18:41 
Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.
1Re 18:42 
Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas.
1Re 18:43 
Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.
1Re 18:44 
A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Vé, y dí a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.
1Re 18:45 
Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia.(B) Y subiendo Acab, vino a Jezreel.
1Re 18:46 
Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.

Stg 5:16  Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
Stg 5:17  Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
Stg 5:18  Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.

La oración eficaz, la que produce milagros, no es un privilegio de unos pocos, como los apóstoles y los profetas. Todos los creyentes pueden orar con los mismos resultados. Cuando oramos, entonces oramos de acuerdo con la voluntad del Padre.

Esto es lo que hizo Elías.
1 Reyes 17 y 18 no habla tanto en cuanto a Elías «orando» sino proclamando lo que conocía como la palabra y voluntad de Dios.
Las únicas oraciones que son respondidas son las oraciones de acuerdo con la voluntad de Dios.
La intimidad con el Padre no sólo es la clave para la oración efectiva, es la esencia de la oración.
La combinación de autoridad e intimidad hace efectivas a nuestras oraciones.

Leí del cardiólogo Randolph C. Byrd del Hospital General de San Francisco dividió 400 pacientes cardíacos al azar en 2 grupos de 200. Más nadie, ni los pacientes ni el personal médico, sabían quién estaba en qué grupo. Un grupo de cristianos renacidos oraba por un grupo y nadie oró por el otro grupo. El grupo por el cual se oró desarrolló muchísimas menos complicaciones y murieron menos de ellos.

Y del Pastor Waymon Rodgers quién fundó el Centro de Vida Cristiana en Louisville, Kentucky, a comienzos de los ochenta. El Centro creció hasta 500 personas, pero entonces decreció de forma abrupta a unas 200. Rodgers se desanimó y comenzó a buscar otra iglesia. Entonces vino una palabra de

Dios: «Te he llamado a Louisville, y te daré las llaves de la ciudad».
Resultó que la llave era la oración. Rodgers, que ahora está con el Señor, retó a 7 diáconos para que oraran con él 1 hora al día. Presentó la necesidad a la congregación y 100 de los 200 accedieron a orar regularmente por la iglesia. Comenzó a orar y mantuvo una cadena de oración 22 horas al día. La iglesia creció en fe y compró 154 hectáreas para instalar una montaña de oración estilo coreana con grutas de oración, cuartos estilo motel y una capilla. Designaron cada jueves como día de oración y ayuno.
En el Centro de Vida Cristiana, la oración no era mera retórica, era acción viva. La iglesia cambió casi instantáneamente. Creció casi a 2.000 y luego a 6.000. Para ese entonces se había convertido en el centro desde el cual se plantaron 55 nuevas iglesias en el estado.
Prueba la oración.
La oración es poderosa.

¡Da resultados!