El poder que tienen las palabras
PALABRAS DE LA FE
Parte VIII
Cómo se acciona un milagro
Juan 9
1 Al
pasar vio [Jesús] a un ciego de nacimiento.
2 Y le
preguntaron sus discípulos: Rabí, ¿quién pecó, para que éste naciera ciego: él
o sus padres?
3 Contestó
Jesús: Ni él pecó, ni sus padres, sino que esto es para que se manifiesten las
obras de Dios en él.
4
Mientras es de día, tenemos que trabajar en las obras de aquel que me envió, llega
la noche, cuando nadie puede trabajar.
5
Mientras estoy en el mundo, luz del mundo soy.
6 Dicho
esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, aplicó el barro a los ojos
del ciego
7 y le
dijo: Ve a lavarte a la piscina de Siloé, que significa
«enviado». Fue, pues, y se lavó, y volvió, obtenida ya la vista.
¿Puede alguien pecar en el vientre?
Aunque suene ridículo, algunos de ellos sustentaban la extraña idea del pecado prenatal. De
hecho, creían que una persona podía empezar a pecar cuando estaba en el vientre
de su madre. El razonamiento nos parecerá ridículo, pero es una prueba de que la
idea del pecado prenatal era, por lo menos, tema frecuente de discusión entre
los judíos.
Asimismo, en los tiempos de Jesús, los judíos creían en la
preexistencia del alma. Realmente, esta idea la había tomado de los griegos;
entre otros, de Platón. Creían que todas las almas existían antes de la
creación de la raza humana en el huerto del Edén, o que estaban en el séptimo
cielo o en una cierta cámara, esperando la oportunidad para entrar en un
cuerpo. Los griegos habían creído que esas almas eran buenas, y que era la
entrada en el cuerpo lo que las contaminaba; pero había algunos judíos que
creían que las almas eran ya buenas o malas antes del nacimiento.
Otra alternativa era que los males que se padecían desde el nacimiento
los causaba el pecado de los padres. La idea de que los niños heredan las
consecuencias del pecado de sus padres está entretejida en todo el Antiguo
Testamento. "Yo soy el Señor tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad
de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación» (Exo_20:5 ; Exo_34:7
; Num_14:18 ). El salmista dice del
malvado: «Venga en memoria ante el Señor la maldad de sus padres, y el pecado
de su madre no sea borrado» (Sal_109:14
). Isaías habla de las iniquidades de ellos y de «las iniquidades de sus
padres,» y llega a decir: "Yo les mediré en el seno el pago de sus obras
antiguas» (Isa_65:6-7 ). Una de
las ideas características del Antiguo Testamento es que Dios siempre visita, es
decir, castiga, los pecados de los padres en los hijos.
No debemos olvidar que nadie vive ni muere para sí mismo solamente. El
pecado es social y afecta a todos.
Cuando
pecamos, ponemos en movimiento una cadena de consecuencias sin fin.
Mat 11:3 para
preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Mat 11:4
Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís
y veis.
Mat 11:5 Los ciegos ven,
los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen,(A) los muertos
son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;(B)
Lucas
4.18
Luc 4:18 El
Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me
ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a
sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar
libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en
libertad a los oprimidos;
(1) Él tenía una obra exacta
que hacer en el mundo, con cada detalle de la misma arreglado y dispuesto para
él.
Todo lo que Él hacía en la tierra no fue sino “las obras de Dios”,
particularmente el “andar haciendo bienes.
Cada obra tenía su tiempo y lugar precisos en su programa de
instrucciones, de ahí, que él obraba siempre bajo el impulso de estas
consideraciones: “la noche viene, cuando nadie puede trabajar.”
Su período de trabajo tenía una terminación definida, para que la
obra no sea desarreglada.
Palabras de la
fe.
La orden de Jesús tiene un cierto paralelismo
formal con el relato de la curación del general sirio Naamán, al que el profeta
Eliseo le ordenó lavarse en el Jordán:
2 Reyes 5:9 Y
vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa
de Eliseo.
2Re 5:10
Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Vé y lávate siete veces
en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.
2Re 5:11 Y
Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y
estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará
el lugar, y sanará la lepra.
2 Re 5:12 Abana
y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me
lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.
2 Re 5:13 Mas
sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te
mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y
serás limpio?
2 Re 5:14 El
entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la
palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de
un niño, y quedó limpio.
2Re 5:15 Y volvió al varón
de Dios, él y toda su compañía, y se
Más importante, sin embargo, es la significación
simbólica, que Juan destaca explícitamente, del nombre de Siloé, que significa
«el enviado».
Veo tres enviados:
El estanque que significa enviado.
El ciego enviado por Jesús.
Y Jesús enviado por el Padre.
«El ciego se
cura con esas aguas gracias al Enviado de Dios».
Porque obedeció la indicación de Jesús: «fue, pues, y
se lavó, y volvió, obtenida ya la vista», dice el texto dando a conocer el
resultado de la operación.
El milagro
se acciona:
1 - Sobre
la base de lo escrito (Logos).
2 - Actúa
un Rhema a través del Espíritu Santo.
3 - Palabra
de fe dada: una orden específica.
4 - Acción
de obediencia por parte del receptor.
5 - Sucede
el milagro.