miércoles, 14 de diciembre de 2011

La esperanza que nos espera

EL RHEMA DEL DÍA 14 de diciembre de 2011: 
(RVA)
(Romanos 8.24)

“Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?”.

Cuando fuimos salvos, fuimos salvados en esperanza.

Sin embargo, al tomar posesión de esta salvación tan grande, nos queda todo lo que no se ve, y que pronto lo tendremos (y que es muchísimo).

La esperanza que se ve, no es esperanza.

Es decir, la expectativa de que algo aun futuro se convierta en presente, sigue.

Estamos en esperanza. Seguimos en esperanza. Todavía no llegó, por eso lo esperamos.

Por eso es esperanza.



El mismo versículo en otras versiones de la Biblia:


(DHH L* 2002*)  Y en esa esperanza hemos sido salvados. Ahora bien, si lo que se espera está ya a la vista, entonces no es esperanza, porque ¿a qué esperar lo que ya se está viendo?

(BLS)  Dios nos salvó porque tenemos la confianza de que así sucederá. Pero esperar lo que ya se está viendo no es esperanza, pues ¿quién sigue esperando algo que ya tiene?

(PDT)  "Cuando fuimos salvos recibimos esa esperanza, pero una esperanza que se ve no es realmente una esperanza, ¿para qué esperar lo que ya se ve?"

(BLA*)  Estamos salvados, pero todo es esperanza. ¿Quieres ver lo que esperas? Ya no sería esperar; porque, ¿puedes esperar lo que ya ves?

(MN*)  Porque en la  esperanza fuimos  salvados; pero la  esperanza que se ve no es  esperanza, porque lo que  uno ve, ¿cómo puede  esperarlo?

(NC*)  Porque en esperanza estamos salvos; que la esperanza que se ve, ya no es esperanza. Porque lo que uno ve, ¿cómo esperarlo?"

(NRV1990**)  Porque fuimos salvos en esperanza; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque, ¿quién espera lo que ya tiene?

(NRV2000**)  Porque en esperanza somos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, no lo espera.



DICCIONARIO STRONG:
Esperanza: Número de referencia G1680. En el original, ἐλπίς elpis del primario ἔλπω élpo  (esperar con anhelo, por lo general con placer); expectación abstractamente o concretamente) o confianza:- esperanza, esperar.



Pastor Mario Néstor Fleita

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