EL RHEMA DEL DÍA 14 de agosto de 2011:
(RVA)
Rom 8:26 Y asimismo también el Espíritu ayuda nuestra flaqueza: porque qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu pide por nosotros con gemidos indecibles.
En Grecia, Pitágoras prohibía a sus discípulos pedir porque no podían saber lo que les convenía, a causa de su ignorancia. Sócrates enseñaba a sus discípulos a orar sencillamente por cosas buenas, sin especificarlas, sino dejándole a Dios decidir qué cosas eran buenas para ellos.
Por nuestras debilidades, porque no sabemos el futuro y porque desconocemos lo que conviene hacer en cada situación específica, Pablo afirma que no sabemos orar y que el Espíritu Santo realiza las oraciones que nosotros deberíamos hacerlas. Alguien definió la oración como lo divino en nosotros apelando a lo Divino sobre nosotros.
Se trata de descubrir el plan de Dios con nuestro deseo y cargas filtrándolos a través del Espíritu Santo que acomodará de acuerdo a la voluntad de Dios.
La oración perfecta se traduce en: Hágase tu voluntad.
El mismo versículo en otras versiones de la Biblia:
(RVG) Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
(SA) De igual manera, también el Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad. Porque no sabemos qué hemos de pedir para orar como es debido; sin embargo, el Espíritu mismo intercede con gemidos inexplicables.
(NVI) Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
DICCIONARIO STRONG:
Intercede: Número de referencia G5241. En el original, se escribe ὑπερεντυγχάνω. juperentunjáno: de G5228 y G1793; interceder a favor de:- interceder.
Pastor Mario Néstor Fleita
