martes, 31 de enero de 2017

Martes 31 de enero de 2017

La Biblia en un año.
Hoy leemos: Levítico 1 al 4.

Redacta tu comentario.

3 comentarios:

  1. Las ofrendas ofrecidas al Señor no debían tener ningún defecto, si cometían pecado y no se daban cuenta igual eran culpables y sólo mediante la ofrenda el sacerdote purificaba a la persona de su pecado, la hacia justa delante del Señor y era perdonada. Hoy la ofrenda es nuestra misma vida y nuestro sacerdote es Jesús quien por su sangre nos redime justifica y perdona nuestros pecados, pero si ignoramos que pecamos aún somos culpables por eso cuando el Espíritu Santo nos muestra los pecados debemos arrepentirnos y vivir buscando la Santidad. (26 años)

    ResponderEliminar
  2. Principalmente vemos los distintos tipos de sacrificios (holocaustos), los distintos tipos de ofrendas y también los distintos tipos de ofrenda de paz.
    Me pongo a pensas en lo difícil que sería si nosotros también tendríamos que sacrificar siempre a una animal por cada vez que pecamos..
    Pero gracias a Dios que ahora todo es diferente y más sencillo! Aunque no es tan sencillo como parece.
    Esto requiere que estemos arrepentidos de corazón, confesar nuestro pecado y alejarnos de eso!
    Muchas veces pensamos que por solo decir "Perdóname Dios" ya somos perdonados, pero no.
    Me pregunto si los israelitas también tenían que estar arrepentidos, y tenían que confesar y alejarse de su pecado? O solo bastaba con sacrificar a un animal?
    Karen Gilbert, 17 años.

    ResponderEliminar
  3. LECTURA 31/1
    Me llama mucho la atención de como Jehová estaba en todo, y el siempre tenia respuestas. Él había dado indicaciones para como presentar las ofrendas de diferentes tipos y de animales.
    Para obtener algo de Dios los israelitas debían hacer muchas cosas (p/ej el perdón) y vemos como nosotros ya gracias a el sacrificio de Jesús no debemos estar ofrendando un animal para recibir el perdón de Dios. Pero debemos volver a valorar el perdón de Jehová, porque que ahora sea mas fácil recibirlo no significa que sea menos importante.
    Ostriz, Aldana (16).

    ResponderEliminar