domingo, 29 de enero de 2017

Corre, corre que se desata la bendición


1 Reyes 18:41
Luego Elías dijo a Acab:
«Vete a comer y
a beber algo,
porque oigo
el rugido de una
tormenta de lluvia
que se acerca».

1 Reyes 18:42
Entonces Acab
fue a comer y
a beber.
Elías, en cambio,
subió a la cumbre
del monte Carmelo,
se inclinó hasta
el suelo y
oró con la cara
entre las rodillas.

1 Reyes 18:43
Luego le dijo
a su sirviente:
—Ve y mira hacia el mar.
Su sirviente fue a mirar,
y regresó donde
estaba Elías y
le dijo:
—No vi nada.
Siete veces
le dijo Elías que
fuera a ver.

1 Reyes 18:44
Finalmente, la
séptima vez,
su sirviente le dijo:
—Vi una pequeña nube,
como del tamaño
de la mano
de un hombre,
que sale del mar.
Entonces Elías
le gritó:
—Corre y dile a Acab:
“Sube a tu carro
y regresa a tu casa.
¡Si no te apuras,
la lluvia te detendrá!”.

1 Reyes 18:45
Poco después
el cielo se oscureció
de nubes.
Se levantó un
fuerte viento
que desató
un gran aguacero,
y Acab partió
enseguida hacia Jezreel.

1 Reyes 18:46
Entonces el SEÑOR
le dio una fuerza
extraordinaria a Elías,
quien se sujetó
la capa con el cinturón
y corrió delante
del carro de Acab
todo el camino,
hasta la entrada
de Jezreel.

1.
Tomó la Palabra:
obedeció.

2.
El Profeta
intercede

3.
Va a la acción

4.
Insiste

5.
La nube y el viento,
figuras de la
Presencia de Dios

6.
Job 8:7 NTV
Aunque comenzaste
con poco,
terminarás
con mucho.

7.
Derramaré una bendición
tan grande que no tendrás
suficiente espacio
para guardarla!

8.
Se terminó la época
de lo poco
y se inicia la temporada
de lo mucho

9.
La semilla se convierte
en fruto

10.
Vamos a seguir
más lejos y más rápido

11.
Intentaste muchas veces
pero hoy
por la Palabra profética
se acaba la frustración y
se acaba la derrota

12.
Corre, corre que se
desata la bendición


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