domingo, 15 de enero de 2017

¡Huesos, vivan!

Ezequiel 37:1 NTV

El SEÑOR puso su mano
sobre mí y fui llevado
por el Espíritu del SEÑOR
hasta un valle que
estaba lleno de huesos.

Ezequiel 37:2

El SEÑOR me condujo
por entre los huesos
que cubrían el fondo del valle.
Estaban desparramados
en el suelo por todas partes
y completamente secos.

Ezequiel 37:3

Luego me preguntó:
—Hijo de hombre,
¿podrán estos huesos
volver a convertirse
en personas vivas?
—Oh Soberano SEÑOR
—respondí—, sólo tú
sabes la respuesta.

Ezequiel 37:4

Entonces me dijo:
—Anuncia un mensaje
profético a estos huesos
y diles: “¡Huesos secos,
escuchen la palabra
del SEÑOR!

Ezequiel 37:5

Esto dice el SEÑOR Soberano:
¡Atención! ¡Pondré aliento
dentro de ustedes y
haré que vuelvan a vivir!

Ezequiel 37:6

Les pondré carne y músculos
y los recubriré con piel.
Pondré aliento en ustedes
y revivirán. Entonces
sabrán que yo soy el SEÑOR.

Ezequiel 37:7

Así que yo anuncié el mensaje,
tal como él me dijo.
De repente, mientras
yo hablaba,
se oyó un ruido,
un traqueteo por todo el valle.
Se juntaron los huesos
de cada cuerpo
y volvieron a unirse
hasta formar
esqueletos enteros.

Ezequiel 37:8

Mientras yo observaba,
vi que se formaron músculos
y apareció carne sobre
los huesos.
Después se formó
piel para recubrir
los cuerpos,
pero aún no tenían
aliento de vida.

Ezequiel 37:9

Luego me dijo:
«Hijo de hombre,
anuncia un mensaje
profético a los vientos.
Anuncia un mensaje
profético y di:
“Esto dice el SEÑOR
Soberano: ¡Ven, oh
aliento, ven de los cuatro
vientos y sopla en estos
cuerpos muertos
para que vuelvan a vivir.

Ezequiel 37:10

Así que yo anuncié
el mensaje como él
me ordenó y entró
aliento en los cuerpos.
Todos volvieron a la vida
y se pusieron de pie;
era un gran ejército.

Ezequiel 37:11

Luego me dijo:
«Hijo de hombre,
estos huesos representan
al pueblo de Israel.
Ellos dicen:
“Nos hemos vuelto
huesos viejos y secos;
hemos perdido
toda esperanza.
Nuestra nación
está acabada.

Ezequiel 37:12

Por lo tanto, profetiza
y diles: “Esto dice
el SEÑOR Soberano:
‘Oh pueblo mío,
abriré las tumbas
del destierro y
haré que te levantes.
Luego te regresaré
a la tierra de Israel.

Ezequiel 37:13

Cuando eso suceda,
pueblo mío,
sabrás que yo
soy el SEÑOR.

Ezequiel 37:14

Pondré mi Espíritu
en ti, volverás a vivir
y regresarás a
tu propia tierra.
Entonces sabrás
que yo, el SEÑOR,
he hablado y
que he cumplido
mi palabra.
¡Sí, el SEÑOR
ha hablado!.

Sueños muertos.

Algo que solo Dios
puede darle vida.

El viento es figura
del Espíritu Santo.

Humanamente, no.
Pero con la fe,
para Dios no hay
nada imposible.

A causa del poder
de la palabra de Dios
los profetas,
profetizan y sucede.

Caídos en combate

PROCLAMA

Soy uno con Dios,

estoy de acuerdo
con su visión en todo,

vivo en plenitud
de obediencia.

Nací para ganar,
jamás aceptaré
la derrota.

¡Hoy, nada ni nadie,
me robará la visión!

Veo con los ojos del
Espíritu, lo que Dios
preparó para mí.

Seré fiel
en cumplir
con el sueño de Dios.

Hoy no permitiré
que nada me distraiga.

Viviré cada día
conectado a luz
de la revelación.

Mi corazón está
inundado del amor de Dios

y tengo el carácter de Cristo
para no despreciar
las bendiciones.

Honraré sus bendiciones.

Me moveré en abundancia,
prosperidad, bendición
y obediencia,

escuchando siempre
la voz del Espíritu Santo.

Nada me distraerá,
porque ha llegado
la hora de mi posesión.

Mi vida está bajo
un pacto de promesa.

Por lo tanto, 
no me dejaré
engañar.

Cumpliré la Palabra.

Todo lo que Dios
dijo de mí
se cumplirá

Todo lo que Dios
dijo de mí
fluirá con poder y gloria

Todo lo que Dios
dijo de mi familia
se cumplirá.

Todo lo que Dios
dijo de mi futuro
se cumplirá.

Conforme a la
Palabra revelada,
hoy, profetizo
sobre mis sueños
muertos:
¡Vivan!



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