Juan 1.14
“lleno de gracia y verdad”
El Verbo se hizo carne y que habitó entre los hombres lleno
de gracia y de verdad.
Vemos como la gracia y la verdad van juntas.
Ahora bien, la palabra griega que se traduce como «verdad» puede
traducirse también como «realidad».
El Señor, entonces, era lleno de gracia y de realidad.
En Él no había engaño, ni falsedad; no había contradicción, ni
nada aparente.
Todo en él era consistente, coherente, pleno.
Todo lo que el Señor decía era congruente con lo que él hacía.
Todo lo que él hablaba era congruente con lo que él era.
Él era lleno de gracia y de realidad.
Las verdades reales e
incómodas y dolorosas que le damos vuelta y evitamos mencionar son las que impactan
las vidas de los adolescentes y jóvenes.
Eso sí, siempre con gracia.
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