lunes, 28 de enero de 2013

De la impureza a la justicia


Isaías 64:6 
Si bien todos nosotros somos como suciedad,
y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia;
 y caímos todos nosotros como la hoja,
y nuestras maldades nos llevaron como viento.

El profeta se refiere con el término suciedad a la impureza entendida según la ley.

Por ejemplo, los leprosos.

Es así, que al estar separado de Dios todo lo que hagas, cada acto en particular,  hasta a las oraciones y alabanzas son nada, mejor dicho como trapo de inmundicia, que se refiere al paño de la menstruosa.

Esto es aplicable a todos los que están separados actualmente de la congregación de los santos, por su incredulidad, por no estar regenerados y por los juicios de Dios.

Sólo por Cristo podemos salir de ese estado de inmundicia y volvernos justicia de Dios.

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