Josué 1:3
Todo lugar que pisen tus pies, te lo doy...
Dios le promete al conquistador Josué, naturalmente, no un dominio universal, sino sólo el territorio comprendido entre las fronteras especificadas en este capítulo (véase Deu_19:8-9).
Allí estaban los
hetheos, principales enemigos, que ocupaban las partes más meridionales, y eran
la tribu dominante de Canaán. Su poder superior y la extensión de sus dominios
son atestiguados por la mención de ellos bajo el nombre de Khita, en las
inscripciones babilónicas, y aun más frecuentemente en las inscripciones
egipcias de las dinastías XVIII y XIX.
¡Qué vida y
aliento debe haber impartido a Josué la certeza de que su pueblo, que había
sido abrumado por el temor ante aquella raza gigantesca, había de poseer “toda la tierra de los heteos”!
Dónde Dios te
mandó, ahí nadie te podrá hacer frente.
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