miércoles, 11 de septiembre de 2013

La fe que te traslada a la poderosa vida de Dios sin límites

El poder que tienen las palabras  - Parte V
La fe que te traslada a la poderosa vida de Dios sin límites


Luc 17:5  Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.

Luc 17:6  Entonces el Señor dijo: 
Si tuvierais fe como un grano de mostaza,
podrían decir a este sicómoro: 
Desarráigate, y plántate en el mar; y los obedecería.

Jesús anuncia el reino misericordioso de Dios.

¿Quién puede cumplir las exigencias radicales de Jesús?

Pero él explicó que lo que es imposible al hombre es posible a Dios.

Si el discípulo ha de perdonar siete veces al día, esto es efecto de la infinita misericordia de su amor que perdona, representado por las parábolas relativas al amor de Dios, a los pecadores.

Pero, ¿cómo lo harán?

1 - La fe es una fuerza poderosa

Recordemos que la manera oriental de hablar es de lo más gráfica.

Nos dice que hasta lo que parece imposible se hace posible para la fe.

No tenemos más que pensar en las innumerables maravillas de la ciencia, de las operaciones quirúrgicas, los diversos récord que se han logrado en diversos terrenos y que hace cincuenta años se habrían considerado imposibles. Ej.: trasplantes de corazón.

Si nos enfrentamos con algo diciendo: «¡Es imposible!», ni lo intentaremos;

Pero si decimos: "¡Puede hacerse!”, por lo menos existe la posibilidad de que se haga.

Debemos siempre tener presente que no estamos solos; que el Señor está con nosotros, y con El todo es posible.

En este caso los apóstoles aguardan de Jesús la fuerza de cumplir lo que él les pide. Jesús anuncia la salvación y también sus condiciones, y da la fuerza para cumplirlas.

Él es poderoso en obras y en palabras.

La fuerza de las raíces del sicómoro negro es superada por la fe más pequeña del Hijo de Dios.

La fuerza de las raíces del sicómoro negro es tan grande que este árbol puede estar en pie en la tierra 600 años, pese a todas las inclemencias del tiempo.

Pero en Jesús sin embargo, una sola palabra proferida con el mínimo de verdadera confianza en Dios podría hacer que tal árbol se arrancara y se trasplantara al mar.

Dios da fuerza divina a través del Espíritu Santo para cumplir los imperativos de Jesús.

2- La fe opera en lo sobrenatural.
Quien reconoce su propia pobreza e incapacidad mediante una confianza sin límites en la obra salvífica de Dios por Jesús, alcanza algo sobrehumano.

Ejemplo: La nueva vida en Cristo. En él se glorifica Dios.

La fe da participación en la poderosa vida de Dios, la cual no tiene límites.

Cambia el “es imposible” por el “puede hacerse”.


3 – La fe de calidad, no de cantidad

La petición de los discípulos fue genuina; querían la fe necesaria para tal perdón radical.

Pero Jesús no se refirió de forma directa a su inquietud, porque la cantidad de fe no es tan importante como su propósito y autenticidad.

Calidad!

¿Qué es la fe?

Es una dependencia total en Dios y una disposición para hacer su voluntad. Eso es calidad. creerle a Dios.

No es algo que nos ponemos para mostrar a otros. Es obediencia total y humilde a la voluntad de Dios, disposición para hacer lo que nos mande.

El tipo de fe que habló Jesús.

La cantidad de fe no es lo más importante, sino la clase de fe en nuestro Dios todopoderoso.

4- La fe viva

El grano de mostaza es muy pequeño, pero está vivo y crece. 

Como esta semillita, una pequeña cantidad de fe genuina en Dios se enraizará y crecerá.

Apenas visible al principio, empezará a esparcirse, primero bajo tierra y luego de manera visible.

Sin embargo, cada cambio será gradual e imperceptible, pronto esta fe producirá mayores resultados que sacarán de raíz y destruirán lealtades que compiten entre sí. Desarraiga lo que hay que desarraigar.


No necesitamos más fe; necesitamos calidad de fe, una pequeña semilla es suficiente si está viva y en crecimiento.

La semilla más pequeña es más poderosa que las raíces del árbol más grande.

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