lunes, 23 de septiembre de 2013

Cómo se acciona un milagro

El poder que tienen las palabras
PALABRAS DE LA FE
  Parte VIII          
Cómo se acciona un milagro

Juan 9
1 Al pasar vio [Jesús] a un ciego de nacimiento.
2 Y le preguntaron sus discípulos: Rabí, ¿quién pecó, para que éste naciera ciego: él o sus padres?
3 Contestó Jesús: Ni él pecó, ni sus padres, sino que esto es para que se manifiesten las obras de Dios en él.
4 Mientras es de día, tenemos que trabajar en las obras de aquel que me envió, llega la noche, cuando nadie puede trabajar.
5 Mientras estoy en el mundo, luz del mundo soy.
6 Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, aplicó el barro a los ojos del ciego
7 y le dijo: Ve a lavarte a la piscina de Siloé, que significa «enviado». Fue, pues, y se lavó, y volvió, obtenida ya la vista.

¿Puede alguien pecar en el vientre?

Aunque suene ridículo, algunos de ellos sustentaban la extraña idea del pecado prenatal. De hecho, creían que una persona podía empezar a pecar cuando estaba en el vientre de su madre. El razonamiento nos parecerá ridículo, pero es una prueba de que la idea del pecado prenatal era, por lo menos, tema frecuente de discusión entre los judíos.
Asimismo, en los tiempos de Jesús, los judíos creían en la preexistencia del alma. Realmente, esta idea la había tomado de los griegos; entre otros, de Platón. Creían que todas las almas existían antes de la creación de la raza humana en el huerto del Edén, o que estaban en el séptimo cielo o en una cierta cámara, esperando la oportunidad para entrar en un cuerpo. Los griegos habían creído que esas almas eran buenas, y que era la entrada en el cuerpo lo que las contaminaba; pero había algunos judíos que creían que las almas eran ya buenas o malas antes del nacimiento.

Otra alternativa era que los males que se padecían desde el nacimiento los causaba el pecado de los padres. La idea de que los niños heredan las consecuencias del pecado de sus padres está entretejida en todo el Antiguo Testamento. "Yo soy el Señor tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación» (Exo_20:5 ; Exo_34:7 ; Num_14:18 ). El salmista dice del malvado: «Venga en memoria ante el Señor la maldad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado» (Sal_109:14 ). Isaías habla de las iniquidades de ellos y de «las iniquidades de sus padres,» y llega a decir: "Yo les mediré en el seno el pago de sus obras antiguas» (Isa_65:6-7 ). Una de las ideas características del Antiguo Testamento es que Dios siempre visita, es decir, castiga, los pecados de los padres en los hijos.

No debemos olvidar que nadie vive ni muere para sí mismo solamente. El pecado es social y afecta a todos.
Cuando pecamos, ponemos en movimiento una cadena de consecuencias sin fin.

Mat 11:3  para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Mat 11:4  Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis.
Mat 11:5  Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen,(A) los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;(B)

Lucas 4.18
Luc 4:18  El Espíritu del Señor está sobre mí,
 Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
 Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
 A pregonar libertad a los cautivos,
 Y vista a los ciegos;
 A poner en libertad a los oprimidos;

(1)    Él tenía una obra exacta que hacer en el mundo, con cada detalle de la misma arreglado y dispuesto para él.
Todo lo que Él hacía en la tierra no fue sino “las obras de Dios”, particularmente el “andar haciendo bienes.

Cada obra tenía su tiempo y lugar precisos en su programa de instrucciones, de ahí, que él obraba siempre bajo el impulso de estas consideraciones: “la noche viene, cuando nadie puede trabajar.”

Su período de trabajo tenía una terminación definida, para que la obra no sea desarreglada.

Palabras de la fe.
La orden de Jesús tiene un cierto paralelismo formal con el relato de la curación del general sirio Naamán, al que el profeta Eliseo le  ordenó lavarse en el Jordán:

2 Reyes 5:9  Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo.
2Re 5:10  Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Vé y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.
2Re 5:11  Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra.
2 Re 5:12  Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.
2 Re 5:13  Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?
2 Re 5:14  El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.
2Re 5:15  Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se

Más importante, sin embargo, es la significación simbólica, que Juan destaca explícitamente, del nombre de Siloé, que significa «el enviado».
Veo tres enviados:
El estanque que significa enviado.
El ciego enviado por Jesús.
Y Jesús enviado por el Padre.

 «El ciego se cura con esas aguas gracias al Enviado de Dios».
Porque obedeció la indicación de Jesús: «fue, pues, y se lavó, y volvió, obtenida ya la vista», dice el texto dando a conocer el resultado de la operación.

El milagro se acciona:

1 - Sobre la base de lo escrito (Logos).
2 - Actúa un Rhema a través del Espíritu Santo.
3 - Palabra de fe dada: una orden específica.
4 - Acción de obediencia por parte del receptor.
5 - Sucede el milagro.




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