martes, 6 de agosto de 2013

Cómo se adora


¿Cómo sabe Dios que vos sabés que Él es Dios?
Porque le adoras.
Fuimos diseñados para adorar a Dios, en consecuencia, debemos aprender a adorar y hacerlo por la Sekina, para no perder el avivamiento.
La adoración a Dios no se define en ningún pasaje de las Escrituras. Pero una consideración de los verbos en los originales muestra que no queda limitada a la alabanza.
Ampliamente, podemos decir que la adoración es el reconocimiento directo de Dios, de su naturaleza, atributos, caminos, y demandas; a través del derramamiento del corazón en alabanza y acción de gracias, o bien mediante actos ejecutados en el curso de tal reconocimiento.
Generalmente, se cree que la DIFERENCIA entre la alabanza y la adoración está entre las canciones rápidas y lentas. Pero, no.
Alabanza es la proclamación y la declaración de quién es Dios, cómo es Dios y sus poderosos hechos, expresándolo con júbilo, excitación, sonidos y música.
En cambio, la Adoración bíblica es una actitud interna de humildad, respeto y reverencia a Dios, demostrado con actos visibles de la postura del cuerpo, expresado a través del servicio y del sacrificio con ningún pensamiento de recompensa.
En todas las palabras, hebreas y griegas que describen adoración tiene que ver con posturas del cuerpo.
Importante, la verdadera adoración a Dios tiene que ver con una actitud interna pero que se demuestra con actos físico y servicio. Por lo tanto, existen posturas del cuerpo que determinan esa actitud humilde del corazón.
El que no adora es orgulloso. Tiene vergüenza. No quiere que lo vean como un anormal.
RAIZ HEBREA: ADORAR shajah (שָׁחָה, H7812), «adorar, postrarse, bajarse, inclinarse». Esta palabra se encuentra en el hebreo moderno con el sentido de «inclinarse o agacharse» da la idea caer de rodillas en el piso delante del rey, un acto de dejarse caer, rodar por el piso en la presencia del rey,
RAÍZ GRIEGA: Proskuneo griego; besar la mano con inclinación del cuerpo hacia delante, como el perro besa la mano de su amo, como la sirofenicia que se postró ante Cristo.
Para la adoración a Dios podemos encontrar en la Palabra las siguientes posturas corporales que connotan un significado:
1- Batir las manos Sal 47.1 “Pueblos todos, batid las manos”.
2- Gritos de Júbilo: Aclamad a Dios con voz de júbilo.
3- Danzar, 2 Samuel 6.14: “Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino”. Es el reconocimiento de la grandeza de Dios.
4- Inclinar el rostro Ëxodo 4.31: “Y el pueblo creyó; y oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron”. Reverencia.
5- Levantar las manos, Salmo 63:4, “Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos”. En el hebreo quiere decir: “gracias por acceder a tu presencia”. Agradecimiento.
6- Extender la mano hacia arriba hacia delante. Salmo 143.6: “Extendí mis manos a ti,  Mi alma a ti como la tierra sedienta”. Se abre para recibir todas las bendiciones que Dios tiene para ti. Listo para recibir.
7- Arrodillarse: es una postura muy distinta, 2 Cr 6:13: “Porque Salomón había hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, de cinco codos de ancho y de altura de tres codos, y lo había puesto en medio del atrio; y se puso sobre él, se arrodilló delante de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos al cielo…”. Efe 3:14  “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, un acto total de sumisión a Dios para reconocer que el es nuestro Dios y Señor”. No debemos arrodillarnos ante nadie que no sea Dios. No te inclinarás. Filipenses 2.10  “para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra”. Total sumisión.
8- El caer postrado sobre el rostro. Su cuerpo habla de adorar. Dejarse pasar por encima, postura indefensa, si tu no me cuidas, estoy vulnerable, es el acto más alto de adoración a Dios. Con la cara en el suelo. Es reconocer nuestra total dependencia de Dios.



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