2 Ti 1:6
Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti
por la imposición de mis manos.
1Ti 4:14
No descuides el don que hay en ti, que te fue
dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
Mira el
origen del regalo que habla el apóstol Pablo: de DIOS.
Mira el
destino: vos.
Mira el
medio: a través de la imposición de las manos de las autoridades de la iglesia
local.
Pero, una vez recibido el don, tú
debes encenderlo, avivarlo y no ser descuidado, en el
sentido de no hacer caso, de desentenderte del don.
Cómo lo avivas:
La clave
es la profecía que se te fue comunicada:
Si crees
en el acto de la imposición de las manos y repites las palabras que se te habló
en ese momento. Si creíste que fue Dios quien te dio el don, si entiendes y te
persuades por convicción y actúas en consecuencia, te vendrá. Sin duda, sucederá.
Debes creer
la profecía y confesarla
antes de que suceda, eso que seguramente pasará en tu vida.
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