lunes, 19 de agosto de 2013

Avivando el don que Dios te dio


2 Ti 1:6 

Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.

1Ti 4:14  
No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

Mira el origen del regalo que habla el apóstol Pablo: de DIOS.

Mira el destino: vos.

Mira el medio: a través de la imposición de las manos de las autoridades de la iglesia local.

Pero, una vez recibido el don, tú debes encenderlo, avivarlo y no ser descuidado, en el sentido de no hacer caso, de desentenderte del don.

Cómo lo avivas:

La clave es la profecía que se te fue comunicada:
Si crees en el acto de la imposición de las manos y repites las palabras que se te habló en ese momento. Si creíste que fue Dios quien te dio el don, si entiendes y te persuades por convicción y actúas en consecuencia, te vendrá. Sin duda, sucederá.

Debes creer la profecía y confesarla antes de que suceda, eso que seguramente pasará en tu vida.







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