No le daré algo que no me cueste nada

2 Samuel 24:24 NTV

Pero el rey le respondió a Arauna:

—No, sino que insisto en comprarla,

no le presentaré ofrendas quemadas al SEÑOR mi Dios que no me hayan costado nada

De modo que David le pagó cincuenta piezas de plata por el campo de trillar y por los bueyes.

2 Samue 24:25 NTV

Allí David edificó un altar al SEÑOR y sacrificó ofrendas quemadas
y ofrendas de paz.

Y el SEÑOR contestó la oración que hizo por la tierra,

y se detuvo la plaga que azotaba a Israel. 

1 Cónicas 21:23

—Tómela, mi Señor el rey, y úsela como usted quiera

—le respondió Arauna a David—.

Yo le daré los bueyes para las ofrendas quemadas y los tablones de trillar como leña para hacer un fuego sobre el altar,

y también le daré el trigo para la ofrenda de cereales. Se lo daré todo.

1 Cónicas 21:24

Pero el rey David le respondió a Arauna:

—No, sino que insisto en comprarla por el precio total.

No tomaré lo que es tuyo para dárselo al SEÑOR. 

¡No presentaré ofrendas quemadas que no me hayan costado nada!

1 Cónicas 21:25

Así que David le dio a Arauna seiscientas piezas de oro en pago por el campo de trillar.

1 Cónicas 21:26

Allí David edificó un altar al SEÑOR y sacrificó ofrendas quemadas y ofrendas de paz.

Cuando David oró, el SEÑOR le contestó

enviando fuego desde el cielo para quemar la ofrenda sobre el altar.

2 Samuel 24:18

Ese día, Gad fue a ver a David y le dijo:

«Sube y edifica un altar al SEÑOR en el campo de trillar de Arauna el jebuseo».

2 Samuel 24:19

Así que David subió para hacer lo que el SEÑOR le había ordenado.

2 Crónicas 3:1

Salomón comenzó a construir el templo del SEÑOR en Jerusalén en el monte Moriah,

donde el SEÑOR se le había aparecido a David, su padre.

El templo se construyó en el campo de trillar de Arauna el jebuseo;

el sitio que David había elegido.

1. Lo que se ofrece a Dios siempre debe ser aquello que tiene un costo personal.

2. En el mismo centro de la fe está que tu ofrenda implique un sacrificio.

3. ¿Te está costando algo el servir a Dios

4. El dar a Dios lo que nada cuesta, no demuestra tu compromiso.