Hebreos
11.11
Por
la fe también la misma Sara, siendo estéril,
recibió fuerza para concebir;
y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad,
porque creyó que era fiel quien lo había prometido
recibió fuerza para concebir;
y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad,
porque creyó que era fiel quien lo había prometido
Sara frente a la promesa de Dios empezó por la más completa
incredulidad.
Génesis 17.17
Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rio, y dijo en su
corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años,
ha de concebir?
Génesis 18.13
Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
Génesis 18.14
¿Hay para Dios alguna cosa difícil?
Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
Génesis 18.13
Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
Génesis 18.14
¿Hay para Dios alguna cosa difícil?
Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
Cuando el texto señala que «También, la misma Sara» da énfasis que
también tú puedes.
Si Sara siendo estéril pudo alcanzarlo tú también puedes.
Sara tenía el principal obstáculo, no sólo la vejez sino también, la
esterilidad.
Los obstáculos ponen trabas al poder de Dios.
Pero, ella cae en la cuenta que era DIOS quien le había prometido.
Sólo así pasa a creer lo imposible.
Y, sucede, lo que era humanamente imposible se vuelve divinamente
posible.
La fe nos da el sentido de lo imposible.
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