domingo, 4 de junio de 2017

LA SIEMBRA DE LA MAÑANA Y LA SIEMBRA DE LA TARDE

Eclesiastés 11: 1

Echa tu pan sobre
las aguas; porque
después de muchos
días lo hallarás.

Principio:

Siembra y la cosecha.

La semilla siempre tiene
que ir por delante,
abriendo surcos.

Punta de lanza
que abre lo que
está cerrado.

EN UNA TIERRA
DE HAMBRE

Y sembró Isaac
en aquella tierra,

y cosechó aquel año
ciento por uno;

y le bendijo Jehová.
(Génesis 26:12 RV60)

Muchos esperan una
gran cosecha sin haber
sembrado nada.

Dios no puede derramar
nada en manos cerradas.

1.
Nuestra trabajo
es arrojar nuestro
pan en las aguas;

2.
Corresponde a Dios
cumplir la promesa:
"Lo hallarás."

3.
Él no permitirá
que su promesa falle.

4.
La palabra que hemos
hablado vivirá,
será encontrada,

y será encontrada
por nosotros.

5.
Tal vez no suceda
todavía, 

pero algún
día segaremos
lo que hemos sembrado.

6.
Ejercita la paciencia;

"Después de muchos días" ,
dice la Escritura,

y en muchos casos
esos días se convierten
en meses y años, y,

sin embargo,
la palabra sigue
siendo verdadera.

La promesa de Dios
se cumplirá;

Ecl 11:1-6 NTV
Dale de comer al hambriento,
y un día serás recompensado.

Comparte lo que tienes
con siete y hasta ocho amigos,
pues no sabes si mañana
el país estará en problemas.

Cuando las nubes
se ponen negras,
de seguro va a llover.

Cuando el árbol cae,
no importa de qué lado
caiga; 

donde cae,
allí se queda.

Si quieres sembrar,
no te quedes mirando
al viento;

si quieres cosechar,
no te quedes mirando
al cielo.

Nadie sabe qué rumbo
toma el viento,

ni cómo se forma
el niño en el vientre
de la madre,

ni cómo hizo Dios
todas las cosas.

Hay que sembrar
en la mañana, y
volver a sembrar
en la tarde.

Nunca se sabe cuál
de las dos siembras
será mejor,

o si las dos
serán abundantes.

LA SIEMBRA DE LA MAÑANA
Y LA SIEMBRA DE LA TARDE


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