domingo, 18 de junio de 2017

Cuando el Espíritu Santo dice no


Hch 16:6-7 RV
Y atravesando Frigia y 
la provincia de Galacia, 
les fue prohibido 
por el Espíritu Santo 
hablar la palabra 
en Asia; 

y cuando llegaron a Misia, 
intentaron ir a Bitinia, 
pero el Espíritu 
no se lo permitió. 

Palabra que cubre
y la palabra 
que es rechazada.

Falsos hermanos

2 Jn 1:10-11 PDT

No reciban en su casa 
al que no tenga 
esta enseñanza, 

ni le den 
la bienvenida.

El que le dé 
la bienvenida 
participa en 
sus malas acciones. 

Seguir a Cristo implica
la separación de todo 
lo falso, 

sea de personas 
o de doctrinas.

No nos podemos comunicar
y tener comunión 

con los santos y 
con el Anticristo 
al mismo tiempo.

Dar hospitalidad 
a los falsos maestros 

indica simpatía y apoyo 
a sus enseñanzas malignas. 

Juan no condena 
la simple cortesía, 

pero prohíbe aquello 
que pueda estimular 
la labor de los herejes.

Ciudades

Mateo 10:11  
Mas en cualquier ciudad 
o aldea donde entren, 

infórmense quién 
en ella sea digno, 
y posen allí hasta 
que salgan. 

Marcos 8:22-26 RV

Vino luego a Betsaida,
y le trajeron un ciego, 
y le rogaron que lo tocara. 

Entonces,  tomando la mano 
del ciego,  lo sacó 
fuera de la aldea;  

escupió en sus ojos,
puso sus manos sobre él 

y le preguntó si veía algo. 
Él,  mirando,  dijo:  

Veo los hombres como árboles,  
pero los veo que andan. 

Luego le puso otra vez 
las manos sobre los ojos,  

y le hizo que mirara;  
y fue restablecido,  

y vio de lejos y 
claramente a todos. 

Jesús lo envió 
a su casa, diciendo:  

No entres en la aldea, 
ni lo digas a nadie 
en la aldea.

Mat 10:11-15 PDT

Cuando entren a una ciudad 
o a un pueblo, busquen 
a alguien que sea 
digno de confianza y 

quédense en su casa 
hasta que ustedes se vayan.

Cuando entren a 
esa casa digan: 

'La paz sea 
con ustedes'. 

Si esa familia 
les da la bienvenida, 

entonces ellos son dignos 
de su bendición de paz 

y esa bendición se 
quedará con ellos. 

Pero si la gente 
de allí no les 
da la bienvenida, 

entonces llévense consigo 
la bendición de paz 
que les desearon, 

porque no la merecen.

Si en una ciudad o 
pueblo no les dan 
la bienvenida, 

salgan de ahí y 
sacúdanse el polvo 
de los pies.

Les digo la verdad: 
en el día del juicio 

le irá peor a esa 
ciudad que a 
Sodoma y Gomorra.

Se trata de un 
mensaje de Dios 
presentado una 
sola vez. 

Si se desconoce 
esta hora, 
nunca vuelve. 

Deben sencillamente 
marcharse e incluso 
sacudirse el polvo 
de sus zapatos 

en aquel lugar, 
como señal de que Dios 
y ellos ya no tienen 

nada que ver con 
los moradores de esa casa. 

Todo depende de 
la decisión, 

que es única y 
no puede volverse 
a tomar. 

Hablamos de ciudades, 
familias, maestros 
y personas que rechazan 
la Palabra de Dios.

Es una interacción
entre mensajeros 
y mensaje.

Cuando el 
Espíritu Santo 
dice: ¡No!

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