domingo, 1 de octubre de 2017

¡Contagia tu fe!


12 espías: Números 13
10 dudaron, 2 creyeron

Sólo dos creyeron 
a la promesa.

45 años, antes.
Números 13:30  
Entonces Caleb hizo callar 
al pueblo delante de Moisés, 
y dijo: Subamos luego, 
y tomemos posesión de ella; 
porque más podremos 
nosotros que ellos.

Números 14: 1 al 10
Entonces toda la congregación 
gritó, y dio voces; 
y el pueblo lloró 
aquella noche. 
Y se quejaron contra 
Moisés y contra Aarón 
todos los hijos de Israel; 
y les dijo toda la multitud: 
!!Ojalá muriéramos en 
la tierra de Egipto; 
o en este desierto 
ojalá muriéramos! 
¿Y por qué nos trae Jehová 
a esta tierra para caer a espada, 
y que nuestras mujeres y 
nuestros niños sean por presa? 
¿No nos sería mejor 
volvernos a Egipto? 
Y decían el uno al otro: 
Designemos un capitán, 
y volvámonos a Egipto. 
Entonces Moisés y Aarón 
se postraron sobre sus rostros 
delante de toda la multitud 
de la congregación 
de los hijos de Israel. 
Y Josué hijo de Nun 
y Caleb hijo de Jefone, 
que eran de los que 
habían reconocido 
la tierra, rompieron 
sus vestidos, 
y hablaron a toda 
la congregación de 
los hijos de Israel, 
diciendo: La tierra por 
donde pasamos para 
reconocerla, es tierra 
en gran manera buena. 
Si Jehová se agradare 
de nosotros, él nos llevará 
a esta tierra, 
y nos la entregará; 
tierra que fluye 
leche y miel. 
Por tanto, no seáis rebeldes 
contra Jehová,
ni temáis al pueblo 
de esta tierra; porque 
nosotros los comeremos 
como pan; su amparo se 
ha apartado de ellos, 
y con nosotros 
está Jehová; 
no los teman. 
Entonces toda la multitud 
habló de apedrearlos. 
Pero la gloria de Jehová 
se mostró en el tabernáculo 
de reunión a todos 
los hijos de Israel.

JUICIO:
Dios los castiga con 
40 años de desierto,
hasta que mueran.

Números 14:23-24  
“no verán la tierra 
de la cual juré a sus padres; 
no, ninguno de los 
que me han irritado la verá.
Pero a mi siervo Caleb, 
por cuanto hubo en él 
otro espíritu, y decidió ir 
en pos de mí, 
yo le meteré en la tierra 
donde entró, y su descendencia 
la tendrá en posesión”.

45 años después:
Josué 14:6-12

Y los hijos de Judá vinieron 
a Josué en Gilgal;  
y Caleb,  hijo de Jefone cenezeo,  
le dijo:  Tú sabes lo que 
Jehová dijo a Moisés,  
varón de Dios,  en Cades-barnea,  
tocante a mí y a ti. 
Yo era de edad de cuarenta años 
cuando Moisés siervo de Jehová 
me envió de Cades-barnea 
a reconocer la tierra;  
y yo le traje noticias como 
lo sentía en mi corazón. 
Y mis hermanos,  los que 
habían subido conmigo,  
hicieron desfallecer el 
corazón del pueblo;  
pero yo cumplí siguiendo 
a Jehová mi Dios. 
Entonces Moisés juró diciendo:  
Ciertamente la tierra que holló 
tu pie será para ti,  
y para tus hijos en herencia 
perpetua,  por cuanto 
cumpliste siguiendo a 
Jehová mi Dios. 
Ahora bien,  Jehová me 
ha hecho vivir,  como él dijo,  
estos cuarenta y cinco años,  
desde el tiempo que Jehová 
habló estas palabras a Moisés,  
cuando Israel andaba 
por el desierto;  y ahora,  
he aquí,  hoy soy de edad 
de ochenta y cinco años. 
Todavía estoy tan fuerte 
como el día que Moisés 
me envió;  cual era mi 
fuerza entonces,  
tal es ahora mi fuerza 
para la guerra,  y 
para salir y para entrar. 
Dame,  pues,  ahora este monte,  
del cual habló Jehová aquel día;  
porque tú oíste en aquel día 
que los anaceos están allí,  
y que hay ciudades grandes 
y fortificadas.  Quizá Jehová 
estará conmigo,  y los echaré,  
como Jehová ha dicho. 
Josué entonces le bendijo,  
y dio a Caleb hijo de Jefone 
a Hebrón por heredad.

Caleb es un hijo 
de la promesa.

Caleb vence al tiempo:
45 años han pasado
de su promesa.

¡Caleb reclama su promesa!

¡Caleb sigue tan fuerte!

¡Caleb sigue tan lúcido!

¡Caleb sigue tan aferrado a la visión!

Caleb sigue luchando por su bendición

Caleb sigue con fe!

El secreto de Caleb es:
Haber cumplido siguiendo 
a “Jehová su Dios”. 

Ni su mente, 
ni su fe están viejas.

Caleb no es del club 
de los desertores

Caleb no es de los 
que defraudan

Caleb no es de los que 
niegan con sus hechos 
la fe que predican.

Caleb no es de los que 
causan tropiezos 
a los pequeños.

Caleb no pidió vacaciones.

Caleb pidió pelear

Caleb pidió hacer guerra.

Caleb, obvio, 
tiene más años.

Pero, Caleb está más firme.

Caleb tiene más resolución.

Caleb tiene más 
deseo de conquista.

Caleb nunca tuvo 
miedo a los gigantes.

Los gigantes de la fe 
no tienen miedo 
a los gigantes de las tinieblas

Dijo: 
“Dame el monte 
de los gigantes”.

Caleb vio a los gigantes
pero también vio 
al Dios Todopoderoso.

PALABRA PARA TI:
Deja de apoyarte
en tu fuerza,
y confía en Dios.

Deja de llorar y 
ve a vencer la 
dificultad más grande.

Deja de dudar, 
y ve a saltar
la valla más alta.

Deja la incredulidad
y ve a solucionar
el problema más grande.

“Todavía estoy tan 
fuerte para conquistar”.

Tienes fe para pedir:
“Dame, pues, ahora 
este monte...”

CONTAGIA TU FE

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