12 espías: Números 13
10 dudaron, 2 creyeron
Sólo dos creyeron
a la promesa.
45 años, antes.
Números 13:30
Entonces Caleb hizo callar
al pueblo delante de Moisés,
y dijo: Subamos luego,
y tomemos posesión de ella;
porque más podremos
nosotros que ellos.
Números 14: 1 al 10
Entonces toda la congregación
gritó, y dio voces;
y el pueblo lloró
aquella noche.
Y se quejaron contra
Moisés y contra Aarón
todos los hijos de Israel;
y les dijo toda la multitud:
!!Ojalá muriéramos en
la tierra de Egipto;
o en este desierto
ojalá muriéramos!
¿Y por qué nos trae Jehová
a esta tierra para caer a espada,
y que nuestras mujeres y
nuestros niños sean por presa?
¿No nos sería mejor
volvernos a Egipto?
Y decían el uno al otro:
Designemos un capitán,
y volvámonos a Egipto.
Entonces Moisés y Aarón
se postraron sobre sus rostros
delante de toda la multitud
de la congregación
de los hijos de Israel.
Y Josué hijo de Nun
y Caleb hijo de Jefone,
que eran de los que
habían reconocido
la tierra, rompieron
sus vestidos,
y hablaron a toda
la congregación de
los hijos de Israel,
diciendo: La tierra por
donde pasamos para
reconocerla, es tierra
en gran manera buena.
Si Jehová se agradare
de nosotros, él nos llevará
a esta tierra,
y nos la entregará;
tierra que fluye
leche y miel.
Por tanto, no seáis rebeldes
contra Jehová,
ni temáis al pueblo
de esta tierra; porque
nosotros los comeremos
como pan; su amparo se
ha apartado de ellos,
y con nosotros
está Jehová;
no los teman.
Entonces toda la multitud
habló de apedrearlos.
Pero la gloria de Jehová
se mostró en el tabernáculo
de reunión a todos
los hijos de Israel.
JUICIO:
Dios los castiga con
40 años de desierto,
hasta que mueran.
Números 14:23-24
“no verán la tierra
de la cual juré a sus padres;
no, ninguno de los
que me han irritado la verá.
Pero a mi siervo Caleb,
por cuanto hubo en él
otro espíritu, y decidió ir
en pos de mí,
yo le meteré en la tierra
donde entró, y su descendencia
la tendrá en posesión”.
45 años después:
Josué 14:6-12
Y los hijos de Judá vinieron
a Josué en Gilgal;
y Caleb, hijo de Jefone cenezeo,
le dijo: Tú sabes lo que
Jehová dijo a Moisés,
varón de Dios, en Cades-barnea,
tocante a mí y a ti.
Yo era de edad de cuarenta años
cuando Moisés siervo de Jehová
me envió de Cades-barnea
a reconocer la tierra;
y yo le traje noticias como
lo sentía en mi corazón.
Y mis hermanos, los que
habían subido conmigo,
hicieron desfallecer el
corazón del pueblo;
pero yo cumplí siguiendo
a Jehová mi Dios.
Entonces Moisés juró diciendo:
Ciertamente la tierra que holló
tu pie será para ti,
y para tus hijos en herencia
perpetua, por cuanto
cumpliste siguiendo a
Jehová mi Dios.
Ahora bien, Jehová me
ha hecho vivir, como él dijo,
estos cuarenta y cinco años,
desde el tiempo que Jehová
habló estas palabras a Moisés,
cuando Israel andaba
por el desierto; y ahora,
he aquí, hoy soy de edad
de ochenta y cinco años.
Todavía estoy tan fuerte
como el día que Moisés
me envió; cual era mi
fuerza entonces,
tal es ahora mi fuerza
para la guerra, y
para salir y para entrar.
Dame, pues, ahora este monte,
del cual habló Jehová aquel día;
porque tú oíste en aquel día
que los anaceos están allí,
y que hay ciudades grandes
y fortificadas. Quizá Jehová
estará conmigo, y los echaré,
como Jehová ha dicho.
Josué entonces le bendijo,
y dio a Caleb hijo de Jefone
a Hebrón por heredad.
Caleb es un hijo
de la promesa.
Caleb vence al tiempo:
45 años han pasado
de su promesa.
¡Caleb reclama su promesa!
¡Caleb sigue tan fuerte!
¡Caleb sigue tan lúcido!
¡Caleb sigue tan aferrado a la visión!
Caleb sigue luchando por su bendición
Caleb sigue con fe!
El secreto de Caleb es:
Haber cumplido siguiendo
a “Jehová su Dios”.
Ni su mente,
ni su fe están viejas.
Caleb no es del club
de los desertores
Caleb no es de los
que defraudan
Caleb no es de los que
niegan con sus hechos
la fe que predican.
Caleb no es de los que
causan tropiezos
a los pequeños.
Caleb no pidió vacaciones.
Caleb pidió pelear
Caleb pidió hacer guerra.
Caleb, obvio,
tiene más años.
Pero, Caleb está más firme.
Caleb tiene más resolución.
Caleb tiene más
deseo de conquista.
Caleb nunca tuvo
miedo a los gigantes.
Los gigantes de la fe
no tienen miedo
a los gigantes de las tinieblas
Dijo:
“Dame el monte
de los gigantes”.
Caleb vio a los gigantes
pero también vio
al Dios Todopoderoso.
PALABRA PARA TI:
Deja de apoyarte
en tu fuerza,
y confía en Dios.
Deja de llorar y
ve a vencer la
dificultad más grande.
Deja de dudar,
y ve a saltar
la valla más alta.
Deja la incredulidad
y ve a solucionar
el problema más grande.
“Todavía estoy tan
fuerte para conquistar”.
Tienes fe para pedir:
“Dame, pues, ahora
este monte...”
CONTAGIA TU FE
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