Lucas 21:25-28; 34-35
»Y habrá señales extrañas
en el sol, en la luna
y en las estrellas.
Y aquí en la tierra, las naciones
del mundo estarán en caos,
perplejas por los mares rugientes
y las mareas extrañas.
La gente quedará aterrada
de lo que verá venir sobre
la tierra, porque los poderes
de los cielos serán sacudidos.
Entonces todos verán al
Hijo del Hombre venir
en una nube con poder
y gran gloria. Por lo tanto,
cuando todas estas cosas
comiencen a suceder,
pónganse de pie y levanten
la mirada, ¡porque
la salvación está cerca!
El cielo y la tierra
desaparecerán,
pero mis palabras no
desaparecerán jamás.
»¡Tengan cuidado! No dejen
que su corazón se entorpezca
con parrandas y borracheras,
ni por las preocupaciones
de esta vida. No dejen
que ese día los agarre
desprevenidos,
como una trampa.
Pues ese día vendrá
sobre cada ser viviente
de la tierra.
Manténganse
siempre alerta.
Y oren para que sean
suficientemente fuertes
para escapar de los horrores
que vendrán y para presentarse
delante del Hijo del Hombre.
SEGUNDA VENIDA DE CRISTO:
PRIMERA PARTE
1 Tesalonicenses 4:16-17 NTV
Pues el Señor mismo descenderá
del cielo con un grito de mando,
con voz de arcángel y
con el llamado
de trompeta de Dios.
Primero, los cristianos que
hayan muerto se levantarán
de sus tumbas.
Luego, junto con ellos, nosotros
los que aún sigamos vivos
sobre la tierra, seremos arrebatados
en las nubes para encontrarnos
con el Señor en el aire.
Entonces estaremos con
el Señor para siempre.
Juan 14:1-3 NTV
»No dejen que el corazón
se les llene de angustia;
confíen en Dios y
confíen también en mí.
En el hogar de mi Padre,
hay lugar más que suficiente
Si no fuera así, ¿acaso les
habría dicho que voy
a prepararles un lugar?
Cuando todo esté listo,
volveré para llevarlos,
para que siempre estén
conmigo donde yo estoy.
Hechos 1:9-11 NTV
Después de decir esto,
Jesús fue levantado en
una nube mientras ellos
observaban, y hasta que
ya no pudieron verlo.
Y mientras se esforzaban
por verlo ascender al cielo,
dos hombres vestidos
con túnicas blancas
de repente se pusieron
en medio de ellos.
«Hombres de Galilea
—les dijeron—,
¿por qué están aquí parados,
mirando al cielo?
Jesús fue tomado
de entre ustedes
y llevado al cielo,
¡pero un día volverá
del cielo de la misma
manera en que
lo vieron irse!».
Lucas 17:24 NTV
Pues, así como el relámpago
destella e ilumina el cielo
de un extremo a otro,
así será el día cuando
venga el Hijo del Hombre.
Lucas 17:26-35 NTV
»Cuando el Hijo del
Hombre regrese, será
como en los días de Noé.
En esos días, la gente disfrutaba
de banquetes, fiestas y casamientos,
hasta el momento en que Noé
entró en su barco y
llegó el diluvio y
destruyó a todos.
»Y el mundo será como en
los días de Lot, cuando las personas
se ocupaban de sus quehaceres diarios
—comían y bebían, compraban
y vendían, cultivaban y edificaban —
hasta la mañana en
que Lot salió de Sodoma.
Entonces llovió del cielo
fuego y azufre ardiente,
y destruyó a todos.
Sí, será “todo como siempre”
hasta el día en que se
manifieste el Hijo del Hombre.
Ese día, la persona que esté
en la azotea no baje a la
casa para empacar.
La persona que esté
en el campo
no regrese a su casa.
¡Recuerden lo que
le pasó a la esposa de Lot!
Si se aferran a su vida,
la perderán;
pero, si dejan de aferrarse
a su vida, la salvarán.
Esa noche, dos personas
estarán durmiendo en
una misma cama;
una será llevada
y la otra, dejada.
Dos mujeres estarán moliendo
harina juntas en un molino;
una será llevada,
la otra será dejada».
SU IGLESIA
Efesios 5:27 NTV
Lo llevó a cabo para
presentársela a sí mismo
como una iglesia gloriosa,
sin mancha ni arruga
ni ningún otro defecto.
Será, en cambio,
santa e intachable.
Apocalipsis 22:14 al 20 NTV
Benditos son los que
lavan sus ropas.
A ellos se les permitirá
entrar por las puertas
de la ciudad y comer
del fruto del árbol de la vida.
Fuera de la ciudad están
los perros: los que practican
la brujería, los que cometen
inmoralidades sexuales,
los asesinos, los que rinden
culto a ídolos, y a todos los
que les encanta vivir una mentira.
«Yo, Jesús, he enviado a mi ángel
con el fin de darte este mensaje
para las iglesias. Yo soy tanto
la fuente de David como el
heredero de su trono.
Yo soy la estrella brillante
de la mañana».
El Espíritu y la esposa dicen: «Ven».
Que todos los que oyen esto,
digan: «Ven».
Todos los que tengan sed, vengan.
Todo aquel que quiera,
beba gratuitamente
del agua de la vida.
Yo declaro solemnemente
a todos los que oyen
las palabras de la profecía
escritas en este libro:
si alguien agrega algo
a lo que está escrito aquí,
Dios le agregará a esa persona
las plagas que se
describen en este libro.
Y si alguien quita cualquiera
de las palabras de este libro
de profecía, Dios le quitará
su parte del árbol de la vida
y de la ciudad santa que
se describen en este libro.
Áquel que es el testigo fiel
de todas esas cosas dice:
«¡Sí, yo vengo pronto!».
¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
Detrás de las señales:
¡Jesús viene otra vez!
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