martes, 20 de mayo de 2014

La adoración bíblica

La adoración bíblica es una actitud interna de humildad, respeto y reverencia a Dios, demostrado con actos visibles de la postura del cuerpo, expresado a través del servicio y del sacrificio, sin pensamientos de recompensa. 

Entonces, la verdadera adoración a Dios tiene que ver con una actitud interna pero que se demuestra con actos físico y de servicio. 

Por lo tanto, existen posturas del cuerpo que determinan esa actitud humilde del corazón. El que no adora es orgulloso. Tiene vergüenza. No quiere que lo vean como un anormal. 

En todas las palabras, hebreas y griegas que describen adoración tiene que ver con posturas del cuerpo. 

La RAIZ HEBREA: ADORAR shajah (שָׁחָה, H7812), «adorar, postrarse, bajarse, inclinarse». Esta palabra se encuentra en el hebreo moderno con el sentido de «inclinarse o agacharse» da la idea caer de rodillas en el piso delante del rey, un acto de dejarse caer, rodar por el piso en la presencia del rey.

En la RAÍZ GRIEGA: Proskuneo griego; es besar la mano con inclinación del cuerpo hacia delante, como el perro besa la mano de su amo, como la sirofenicia que se postró ante Cristo. 

Para la adoración a Dios podemos encontrar en la Palabra muchas posturas corporales que connotan un significado:
Por ejemplo,  Batir las manos:

 Sal 47.1 “Pueblos todos, batid las manos”.


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