Y le volvió a decir:
Toma las saetas.
Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo:
Golpea la tierra.
Y él la golpeó tres veces, y se detuvo.
Nosotros somos flechas de liberación en las manos de Dios,
para nuestra ciudad, para nuestra provincia, para nuestro país,
Pero,
antes de lanzarte a la tierra,
va a probarte,
va a probar tu corazón,
escucha la voz del Espíritu Santo.
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