miércoles, 7 de noviembre de 2012

En las manos de la Iglesia

Marcos 16.25-30

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once, y les dijo:

—Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación. 
El que crea y se bautice se salvará, el que se resista a creer será condenado. 
A los que crean, les acompañarán estos signos: 
echarán demonios en mi nombre, 
hablarán lenguas nuevas, 
cogerán serpientes en sus manos, 
y si beben un veneno mortal no les hará daño. 
Impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos.

La iglesia, el cuerpo de Cristo en la tierra, tiene en sus manos la posibilidad de brindar:

- salvación eterna, a través de la predicación del Evangelio.

- liberación de demonios, en la confrontación de la guerra espiritual.

- y sanidad por imposición de manos.

No nos detengamos, 

avancemos con fe en cumplir este mandato.


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