Filipenses 1.21
Al morir físicamente, el hijo de Dios pasa a gozar plenamente el gozo eterno de Dios.
La ganancia está en que el consuelo lo recibe directamente de Jesús.
Él enjugará toda lágrima de los ojos de ellos;
y ya no habrá muerte, ni habrá llanto, ni clamor, ni dolor...
Los que duermen en Jesús,
para nosotros están ausentes,
pero para el Señor están ¡presentes!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
(Bosquejo de la PRÉDICA del 18/11/2018) Cantares 2:15 RV ¡Cazadnos las zorras, esas zorras pequeñas que destruyen las viñas, nuestr...
-
EL RHEMA DEL DÍA 04 de septiembre de 2011: (RV 1969) (1 Reyes 19:8) - "Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella...
-
(Bosquejo de la PRÉDICA del 09/12/2018) Isaías 59:19 Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario