sábado, 6 de septiembre de 2008

Sustitutos espirituales en las escuelas

Muchos padres no se dan cuenta de que sus hijos están "jugando en un jardín en el cual están sueltas muchas serpientes venenosas".

Una de esas "serpientes" son las aulas donde se han transformado en talleres donde los chicos aprenden y practican enseñanzas de la letal NUEVA ERA. Este movimiento mundial inocula sus venenos tales como decir que el cristianismo ha fracasado como fuerza sintetizadora y dinámica para el día de hoy, porque sus doctrinas y métodos han perdido su importancia y se han vuelto ineficaces para resolver los problemas del ser humano de este siglo.

Por lo tanto, dicen equivocadamente ellos: la era de Jesucristo ya fue, ahora se debe diseñar un sistema de creencias sobre la base de una NUEVA ERA.

Es así, que este movimiento pone delante de nuestros niños un "banquete ilimitado de sustitutos espirituales, a fin de proclamar que dentro del hombre existe un potencial ilimitado capaz de transformarnos a todos los seres humanos y al planeta en una NUEVA ERA de paz, luz y amor".

Muchos dirán ¡Que bien suena! Y, esa es la característica de una trampa, debe estar bien escondida para atrapar a su presa.

Para advertir a los incautos y crédulos padres, si los hay, aquí damos a conocer la intención de la NUEVA ERA: plantear y ganar la batalla por el futuro de la humanidad en las escuelas por profesores que "se den cuenta de sus roles proselitistas de una NUEVA FE con la perspectiva de una religión humanista que reconoce y respeta la chispa divina que cada ser humano llevamos dentro."

Sobre la base de la evolución cósmica y afirmaciones de "la fuerza está en nosotros" muchos docentes y profesores, bien o malintencionados, no lo sabemos, están usando la meditación y la imaginación guiada con sus alumnos, en las aulas. Dicen ellos: "funciona, los chicos se quedan tranquilos".

Textos producidos por estos NUEVOS PREDICADORES (que se identifican con las características de los más fanáticos fundamentalistas y que son ministros de otra forma) dan cuanta de la necesidad de utilizar ahora un salón de clases en lugar del púlpito para comunicar los "valores" humanistas en cualquier materia que enseñen y sin importar el nivel educacional: pre-escolar, guardería, jardín, primaria, secundaria o la más prestigiosa universidad.

A continuación, publicamos una cita de John Dunphy, que apareción en el libro "Una religión para una Nueva Era, El Humanismo" quien sin ningún pudor dice: "Una aula debe ser un escenario de conflictos entre lo viejo y lo nuevo: el cadáver podrido del cristianismo, junto con toda su maldad y miseria circundante, y la nueva fe del humanismo, resplandeciente en su promesa de un mundo en el cual el ideal cristiano jamás realizado de ¨ama a tu prójimo¨ se alcanzará finalmente ".

¡Si esto no es veneno, el veneno dónde está!

De esta manera, se diseñó un atractivo cuadro en el que definitivamente se montó una gran mentira con nuevas técnicas y métodos, en el cual "entraron por el aro":
1 - humanistas anti-cristianos,
2 - maestros bien intencionados (o no), y
3 - los chicos que desean aventuras espirituales.

Un cóctel perfecto para que la Nueva Era inocule sus venenosas ideas a través de la enseñanza, con el disfraz de reducción de tensiones, relajamiento, educación centrada o transpersonal, o lo que es peor, incorporada en el currículo tradicional.

Ellos, sutilmente, se infiltran cual lobo vestido de oveja, cambiando palabras y nombres, poniendo adornos bonitos, seduciendo a la clase alta, demostrando poder y abriendo así la puerta a millones de chicos que normalmente no serían tan receptivos a lo espiritual.

¿Cómo se da en la práctica? Algunos profesores que prohíben la oración a Jesucristo en sus aulas no ven nada de malo en ejercicios de meditación provenientes del hinduismo, con el fin de "conectar la mente de sus alumnos con otros dioses, con fuentes cósmicas".

Con prácticas similares muchos docentes guían a sus alumnos a una esclavitud espiritual , al contacto con lo oculto abriendo de esta manera las puertas a las fuerzas demoníacas, canalizando poderíos malignos, que inducirán a nuestros niños a una ceguera hacia Dios y a cambios en su personalidad y sistema de valores, amando la mentira y no la verdad de Dios.

El peligro está toda vez que estas manifestaciones tengan en cuenta tales técnicas como la visualización que son usadas por los espiritistas en su contacto con los demonios.

Para terminar, enfatizamos que los incautos niños terminarán sufriendo mucho más de lo que cualquier poder humano es capaz de librarlos.

Debemos abrir los ojos y estar en constante supervisión y activa participación sobre qué están enseñando a nuestros hijos en las aulas de las escuelas.

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