domingo, 24 de enero de 2016

Se oye el ruido de una fuerte lluvia (Fragmento del Bosquejo de la Prédica del 24 de enero de 2016, búscala en Youtube)

Se oye el ruido de una fuerte lluvia

1 Reyes 18:41  Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye. 

1 Reyes 18:41  Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.

1 Reyes 18:42  Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. 

1 Reyes 18:43  Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. 

1 Reyes 18:44  A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un  hombre, que sube del mar. Y él dijo: Vé, y dí a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.

Oró para que se cumpla la promesa

Una postura de oración que impacta

6 veces subió el criado y el mar estaba calmo y el cielo tranquilo

Pero, ¡una pequeña nube!

Que aumenta y crece más y más

1 Reyes 17:1 PDT
"Elías era un profeta de la aldea de Tisbé, que está en Galaad. Fue y le dijo al rey Acab: 

«Vengo de la presencia del Señor viviente, el Dios de Israel. Por su poder, te aseguro que ni lluvia ni rocío caerán en los próximos años, hasta que yo dé la orden» 

El fin de la sequía

"...Se oye el ruido de una fuerte lluvia..."
No había indicios 
No había ruidos
pero hubo fe

"...cayó una fuerte lluvia..."
Dios levanta el castigo

Manda decir a Acab que se apure para pasar el arroyo, antes que crezca y no pueda pasar

Aunque hemos recibido la promesa de la provisión de Dios, no debemos dejar de orar para que se cumpla.

Creyó que su oración sería respondida antes de que la respuesta llegara 

Aunque la respuesta a nuestras súplicas fervorosas y de fe no lleguen pronto, debemos continuar orando fervientes, sin desmayar ni rendirnos.

Las grandes bendiciones suelen surgir de comienzos pequeños, las lluvias abundantes de una nube como la palma de la mano. Que nunca despreciemos el día de las cosas pequeñas, antes bien, esperemos con la esperanza que de ellas salgan grandes cosas. 

¡De comienzos pequeños han surgido grandes cosas! 

Santiago 5:17  "Elías fue un ser humano como cualquiera de nosotros, y pidió que no lloviera, y no llovió por tres años y medio." 

Santiago 5:18  "Después oró otra vez, llovió y la tierra produjo sus cosechas." 

La lluvia es la Bendición

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