Éxo
24:10
“y
vieron al Dios de Israel. Bajo los pies de él parecía haber un pavimento de
piedras de zafiro tan claro como el cielo”.
Que no
había forma o representación visible de la divinidad, tenemos una declaración
explícita en Deuteronomio 4:15: Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues
ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del
fuego;
Pero
un símbolo o emblema de su gloria fue manifestado distintamente y a cierta
distancia para aquellos testigos escogidos. Muchos creen, sin embargo, que en
esta escena privada fue descubierta,
entre la llama brillante, la forma indistinta, velada, de la humanidad del
glorioso Cristo:
Eze_1:26: “Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura
de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de
hombre sentado sobre él”.
El Zafiro es una de las
más estimadas y brillantes de las piedras preciosas, de azul celeste y
frecuentemente escogida para describir el trono de Dios.
Y en Éxodo 24:15:
Entonces Moisés subió al monte, y una
nube cubrió el monte.
Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y
al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube.
Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del
monte, a los ojos de los hijos de Israel.
Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo
Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.
En el AT, el fuego de Dios se manifestó ante Israel.
Hoy: ¿Ya experimentaste su nube y su gloria?
No hay comentarios:
Publicar un comentario