domingo, 4 de noviembre de 2018

“¿Cómo un hombre puede hacer lo que no puede hacer?” - Mateo 12:10-13


(Bosquejo de la predicación del 04/11/2018)

Mateo 12:10-13
y allí vio a un hombre que tenía una mano deforme. Los fariseos le preguntaron a Jesús: —¿Permite la ley que una persona trabaje sanando en el día de descanso? (Esperaban que él dijera que sí para poder levantar cargos en su contra).  
Él les respondió: —Si tuvieran una oveja y ésta cayera en un pozo de agua en el día de descanso, ¿no trabajarían para sacarla de allí? Por supuesto que lo harían.  
¡Y cuánto más valiosa es una persona que una oveja! Así es, la ley permite que una persona haga el bien en el día de descanso.  

Después le dijo al hombre: «Extiende la mano». Entonces el hombre la extendió, y la mano quedó restaurada, ¡igual que la otra! 

Le da importancia a los que no tienen importancia.

No podía hacer lo que quería.

Día de reposo, día para sanar.

Él se detiene en el dolor, en la necesidad, en la incapacidad.

Extiende tu mano.

Habló a la incapacidad.

No podía hacerlo.

Inútil, incapaz.

No fue un acto razonable.

Fue un acto de pura fe.

Paradoja.

El hombre que está buscando a Cristo no puede hacer nada.

Pero si cree en Cristo, puede hacerlo todo.

Acto de decisión.

Si levantas tu mano a Cristo, 
Él la convertirá en una mano sana.

Confió y obedeció la prescripción.

Marcos 3, cuenta que lo puso en el medio.

Nadie vio la mano, pero él la expone.

Expone su debilidad.

Muestra su parte más fea.

Pero, la restaura. La hace nueva.


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