domingo, 7 de enero de 2018

Caminando en la luz - 1 Juan Cap. 1



1 Juan 1:1 

Lo que era desde el principio, 

lo que hemos oído, 

lo que hemos visto

con nuestros ojos, 

lo que hemos contemplado, 

y palparon nuestras manos

tocante al Verbo de vida

Proverbios 8:23

Eternalmente tuve

el principado,

desde el principio,

antes de la tierra.

oído… visto…

mirado… palpado

El ver es una prueba más

convincente que el oír,

palpar aun más que el ver.

Miraron:

Sus milagros

Su gloria

su pasión y muerte

Palparon:

A Jesús después

de la resurrección.

1 Juan 1.1

Di Jesús!

Somos testigos

del poder de Dios!

Escuchamos pero

hemos palpado!

1 Jn 1:2 

(porque la vida

fue manifestada, 

y la hemos visto, 

y testificamos, 

y les anunciamos

la vida eterna, 

la cual estaba con el Padre, 

y se nos manifestó);

Jesús es el camino

la verdad y la vida!

Verbo de vida eterna!

La red troncal

de la comunicación.

Jesús se les manifestó!

1 Juan 1:3

lo que hemos visto y oído, 

eso les anunciamos,

para que también ustedes

tengan comunión

con nosotros;

y nuestra comunión

verdaderamente es

con el Padre,  y con

su Hijo Jesucristo.

Nosotros también

podemos tener

lo que ellos tuvieron.

¿Cómo puedo recibir

si no lo he visto?

RESPUESTA:

¡Por la fe!

La fe realza lo que

no hemos visto.

Ver por la fe.

Conocido pero

no comprendido.

Bienaventurados

los que sin ver,

creyeron!

Anunciaron lo que

escucharon de Él.

Con autoridad

Apostólica.

Cristo es la encarnación

del mensaje.

Mensaje de poder

de amor, de gloria.

1 Juan 1:5 

Este es el mensaje

que hemos oído de él, 

y les anunciamos:

Dios es luz, 

y no hay ningunas

tinieblas en él.

La luz es lo único

que no se puede corromper.

La luz no tiene

nada de tinieblas.

En la luz

no hay ignorancia,

ni error,

ni mentira,

ni falta de veracidad,

ni pecado,

ni muerte.

En la luz hay vida,

hay paz,

hay bendición,

hay gracia!

Cuando vienes

a la luz, sabes

de tus obras malas.

1 Juan 1:6 

Si decimos que tenemos

comunión con él, 

y andamos en tinieblas, 

mentimos,

y no practicamos la verdad;

Si decimos que

somos amigos de Dios

y, a la vez, vivimos pecando,

entonces resultamos

ser unos mentirosos.

Tenemos si andamos!

Porque si tenemos,

vamos a andar!

Acciones íntimas

y exteriores.

Mentimos si no hacemos

en la práctica, todo lo

que hablamos.

1 Juan 1:7

pero si andamos en luz, 

como él está en luz, 

tenemos comunión

unos con otros,

y la sangre de Jesucristo

su Hijo nos limpia

de todo pecado.

Andando en la luz y

teniendo comunión con Dios

y con la Iglesia,

gozamos este privilegio:

la sangre de Jesús te limpia

diariamente de tus pecados.

El que está bañado,

no necesita lavarse

sino los pies,

porque está del todo limpio.

“nos limpie de toda maldad,”

“nos perdone nuestros pecados.”

La sangre de Cristo

es el medio de purificación,

por el cual, gradualmente,

estando ya justificados

y en comunión con Dios,

llegamos a ser limpios

de los pecados que estorban

nuestra comunión con Dios.

¿Cómo está tu

comunión con Dios?



1 Juan 1:8

Si decimos que no

tenemos pecado, 

nos engañamos a

nosotros mismos, 

y la verdad no está

en nosotros.

1 Juan 1:9 

Si confesamos nuestros pecados, 

él es fiel y justo para perdonar

nuestros pecados, 

y limpiarnos de toda maldad.

La confesión de los pecados

es una consecuencia necesaria

del “andar en la luz”.

Si te confiesas como pecador,

la verdad está en ti!

Porque la verdad

misma es luz.

“tenemos pecado”

no se refiere a la pasada

vida pecaminosa de uno

aún inconverso,

sino a la condición presente.

El pecado se refiere a la

corrupción del viejo hombre

aún presente en nosotros,

y la mancha creada

por los mismos pecados actuales

que manan de aquella

antigua naturaleza en nosotros.

Confesar nuestra necesidad

de limpieza del pecado presente

es esencial para poder

“andar en la luz;”

El creyente odia el pecado,

lo confiesa, y anhela ser librado

de todo pecado, que es oscuridad.

“Los que defienden sus pecados,

verán en el juicio final

si los pueden defender.”

Si confesamos—

Dios es fiel a sus promesas;

y justo.

El perdonarnos nuestros pecados

y el limpiarnos de toda maldad

está en el cumplimiento

de los propósitos de su eterna

fidelidad y justicia.

(Como Ministro)

En esta hora, si confiesas

recibirás perdón,

tu culpa será quitada

y serás purificado

de toda inmundicia.

Para que seas más y más libre

de la presencia del pecado

por el Espíritu de santificación.

“El pecado es la

transgresión de la ley”

y la ley es la expresión

de la justicia de Dios,

de modo que el pecado

es la injusticia.

Se refiere a cometer

pecados reales,

aun después de la regeneración

y la conversión.

“No tenemos pecado,”

significa la culpa actual que queda

(hasta ser limpiada)

de los pecados cometidos

por el creyente y

el pecado de nuestra

vieja naturaleza corrupta

que aun se adhiere a nosotros.

Si negamos el pecado

“mentimos” (Heb_1:6);

“nos engañamos” (Heb_1:8);

lo peor de todo,

“hacemos mentiroso a Dios;”

Si niegas

su palabra

no está en ti.

Porque su palabra,

que es la verdad (v. 8),

nos acusa verdaderamente!

Su palabra y voluntad

reveladas en la ley

y en el evangelio

como un todo;

establecen sus bases en

el hecho de que hemos pecado

y que tenemos pecado.

Y para eso vino Cristo!

1 Juan 1:10

Si decimos que no hemos pecado, 

le hacemos a él mentiroso, 

y su palabra no está en nosotros.

Caminar en la luz,

dónde Dios está,

constituye la prueba

de la comunión con él.

Cristo, como nosotros,

anduvo en la luz.

Andar en la luz

como él está en la luz.

es una marca de identidad.

Dios te quiere

ver caminando

en la luz

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