martes, 1 de abril de 2014

Creyendo las Palabras de la Fe

Existe un método de la fe. Es simple: creer a Dios.

Veamos a Abraham, quién creyó a la promesa de Dios de tener una descendencia innumerable como las estrellas, aún siendo muy viejo y su mujer anciana, estéril.

Romanos 4:20 
Pero no dudó de la promesa de Dios por falta de fe. Al contrario, fue fortalecido en su fe, dando gloria a Dios,

Rom 4:21
plenamente convencido de que Dios, quien había prometido, era poderoso para hacerlo.

Rom 4:22
Por esta razón le fue contada por justicia

Rom 4:23
Pero no sólo para él fue escrito que le fue contada,

Rom 4:24
sino también para nosotros, a quienes nos habría de ser contada: a los que creemos en el que resucitó de entre los muertos, a Jesús nuestro Señor,

Note lo siguiente:
1. No se enflaqueció en fe, aún cuando tuvo que esperar diez años.
2. Confió en el poder de Dios
3. Se esforzó en la fe
4. Su único mérito fue la fe
5. Creyó en un contexto imposible

Alcanzó la promesa.

Una iglesia viva se atreve a todo porque cree las palabras
de la fe.

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