Martillo serás

^{Isaías 41.15} 

He aquí que yo te he puesto por trillo, 
trillo nuevo, 
lleno de dientes; 
trillarás montes y los molerás, 
y collados reducirás a tamo.

Dios está levantando una nueva generación que viene a martillar, a triturar, a mover moldes, estructuras, montes y montañas.

¡Moler montes! De eso se trata.

Hay una condición, ser trillo nuevo.

Una vida cambiada y transformada por el Poder de Dios es apta para la misión.

Comienza a trillar.

El rhema de la victoria

Efesios 6:17

"la espada del Espíritu... es la Palabra de Dios".

Esta espada no es el LOGOS, o sea todo el mensaje de Dios en la Escritura, sino el Rhema.

El Rhema es la declaración específica de la Palabra de Dios que aborda el punto específico de la tentación, para derrotarla.

Por ejemplo, Jesús vence al diablo con citas específicas que contenían la verdad absoluta, y contradecía las mentiras del diablo.

Esta espada no era la espada grande del soldado romano sino la “májaira”, una daga que debía clavarse desde cerca y en un lugar vulnerable.

¿Ya la usaste la majaira?

Los frutos de confiar en Dios

Proverbios 28.1 (bis)

"... los justos están confiados como un león."


Si confías en Dios de todo corazón:
No temblarás ante la adversidad.
No perderás la fe ante el éxito
No cederás a la tentación
No te turbarás ante las falsas acusaciones
No te desalentarás por el fracaso
No te dejarás influir por la lógica humana
y verás más allá del tiempo.

"Sin cuenta" bendiciones

Salmo 40.5

Has aumentado, Jehová, Dios mío, tus maravillas

y tus pensamientos para con nosotros.

No es posible contarlos ante ti.

Aunque yo los anunciara y hablara de ellos,

no podrían ser enumerados.

El resultado de la fe es la bendición del Todopoderoso.

No una bendición, sino sin cuenta.

Es decir, no se puede contar.

Él aumenta sus maravillas sobre ti cuando comienzas el andar por fe.

Cuando ejerces tu fe en Dios, Él comienza a pensar  en ti.

Ya estás listo para decir:

¡Las bendiciones de Dios sobre mí son tantas, que ya no las puedo contar!

Pidiendo la bendición

1 Crónicas 4: 9-10 

Y Jabes fue mas ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamo Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. 

10-E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo;

 !Oh, si me dieras bendición,

y ensancharas mi territorio,

y si tu mano estuviera conmigo,

y me libraras de mal,

para que no me dañe!

Y le otorgo Dios lo que pidió. 

El más ilustre, con más fe.

Invocó, deseo agrandar su territorio, pidió la mano de Dios sobre él y rechazó el mal para que no lo dañara.

Dios se lo otorgó.

¿Quieres la bendición del Dios de Israel?