miércoles, 26 de septiembre de 2012

Dios manda lluvia



 Salmo 65. 9-10

Tú tienes cuidado de la tierra:
la empapas con abundante lluvia
y riegas los sembrados
para que den muchos frutos.
Con la lluvia aflojas la tierra
y la preparas para la siembra.
Llenas de agua los grandes arroyos,
y haces brotar nuevas ramas.
Así dejas listo el campo
para que todos tengamos trigo.

Dios te visita (pacád) para traer un riego (shacác) que te enriquecerá y hará prosperar tu corazón hambriento.

Pero, no sólo eso.

Quiere empaparte (ravá) para satisfacer y saciar tu vacío espiritual y todos tus apetitos.

Pero antes, quiere hacer descender (nakját) tu ego, quiere ablandarte (mebashshelá) con el fuego de la prueba.

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